La elegancia
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Espido Freire: «Delibes narra con tal autoridad que la verdad surge con su prosa»Espido Freire
Sábado, 12 de diciembre 2020, 08:43
Tuve la suerte de crecer a la sombra de una generación de escritores extraordinarios: durante mi infancia y años de formación literaria escribían varios premios Nobel en español y un buen puñado de autores que hubieran merecido obtenerlo. De ellos, sobrio, discreto, con una elegancia de prosa y gesto que no traicionó nunca, Delibes era el más independiente y el que trasmitía una mayor seguridad en sí mismo: nada nos distraía de su obra, nada estorbaba para sentarse y entrar en un universo de unos trazos definidos, palpables, de tinta china y polvo del camino.
Resultaba transparente en su prosa, sencillo de entender y complejo de comprender. El ritmo de sus diálogos marcaba, como un metrónomo, la velocidad en la que la narración se transformaba en vida. El lenguaje común fluía, y se integraba en las descripciones precisas, casi quirúrgicas, urbanas o rurales, de apariencias sociales o de desgarro interior. Esa era la clave para dotar de interés a personajes grises, tan alejados de la épica como pudiéramos imaginar, y para convertir en verosímiles aquellos que se apartaban de los márgenes lógicos de la realidad. Delibes narra con tal autoridad que la verdad surge con su prosa. Sean Menchu, con la abrumadora mediocridad de su discurso, o la casi analfabeta Desi, o Paco el Bajo, el del olfato prodigioso, no resulta posible dudar de su existencia una vez que se ha leído sobre ella. Delibes me enseñó cómo construir un mundo propio sin aspavientos, cómo seguir una senda bien trazada por la trama. No ha envejecido un día: la elegancia pocas veces lo hace.
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