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Fotograma de 'Titanic', la película más famosa inspirada en el hundimiento del popular baro. El Norte

Los otros Titanic del cine

Varias películas se inspiraron en el hundimiento del transatlántico antes de que James Cameron reventara las taquillas hace ahora 25 años

David Felipe Arranz

Valladolid

Lunes, 17 de abril 2023, 09:50

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La noche del 14 al 15 de abril de 1912, el sueño de la invencibilidad humana hecha navegación chocó contra la natura asomada por la punta de un iceberg. El trasatlántico RMS Titanic hacía agua en el gélido Atlántico, donde perdieron la vida 1.496 personas de las 2.208 que iban a bordo del último grito en lujo y opulencia sobre las aguas.

Y el cine, que ante todo es drama –o melodrama, si se quiere–, ha convertido la tragedia del Titanic en materia narrativa, cuasidocumental, más allá de la oscarizada película de James Cameron, que se reestrena estos días en una copia de alta definición para celebrar los 25 años de la película.

Antes que él, otros cineastas intentaron reflejar la fábula de la nave invencible finalmente hundida ante el roce del hielo. Ya la versión de 1929, 'Titanic: Disaster in the Atlantic', de Ewald André Dupont, hizo hincapié en el caos del rescate y la desbandada de la tripulación, braceando con desespero en el mar.

Esta cinta tuvo hasta cuatro versiones, la inglesa, la alemana, la francesa y, por último, la muda, y en algunas copias sus escenas finales fueron censuradas, en especial las correspondientes al hundimiento, aunque fueron rescatadas en el imprescindible documental 'Los secretos del Titanic' (1986), de Bob Ballard y otros.

Incluso Adolf Hitler convirtió la catástrofe en materia de propaganda –centrada en el intachable oficial alemán Petersen– en 'Titanic' (1943) y que parecía vaticinar, por el contrario, el fin del III Reich. La cinta, que critica el liberalismo inglés, al que culpa del hundimiento del barco, fue iniciada por el director Helbert Selpin, que fue detenido en mitad del rodaje por realizar comentarios negativos sobre el régimen y después ahorcado en la cárcel, y fue ulteriormente terminada por Werner Klinger.

Nunca llegó a estrenarse en la Alemania nazi, tal fue la polémica que levantó en su país, aunque sí en París y en alguna otra capital europea, porque Goebbels pensaba que no era un filme adecuado para el mantenimiento de la moral de sus tropas durante la guerra. En tierras germanas no fue permitida su proyección hasta 1955. Como curiosidad, hay que recordar que el barco alemán Cap Arcona que aparece en la película terminó bombardeado por los Aliados en 1945.

'El hundimiento del Titanic' (1953), de Jean Negulesco, es el primer filme realizado en Hollywood sobre el cataclismo: obra de la Twentieth Century Fox, destaca especialmente por la confrontación que se da entre los personajes de Richard y Julia Sturges (magníficos Clifton Webb y Barbara Stanwyck), cuyo matrimonio está a punto de naufragar también por el obsesivo interés del marido por el dinero, y la liberalidad de la dama, que se niega a aceptar para su hija un matrimonio de conveniencia. Ganó el Oscar al mejor guion.

Por su cuenta, los británicos, que compartían nacionalidad con el barco, produjeron un extraordinario filme que inspiró al mismísimo Cameron, quien ha confesado haberla visto de jovenzano. Se trata de 'La última noche del Titanic' (1958), de Roy Ward Baker, cuyo rodaje está lleno de anécdotas.

Lawrence Beesley, un superviviente de segunda clase, acudió a los platós y, cuando se estaba filmando el hundimiento, intentó entrar en escena para, simbólicamente, hundirse de nuevo con la nave. El director no lo permitió, ya que habría sido una violación de los estatutos del sindicato del cine, lo que podría haberle acarreado el cierre de la producción.

Ningún tanque en Pinewood Studios era lo suficientemente grande para filmar a los supervivientes braceando en el agua para subir a los botes salvavidas, así que la famosa secuencia de los náufragos en las procelosas aguas se rodó a las dos de de una fría mañana de noviembre, en la piscina al aire libre de Ruislip Lido en Londres.

El actor Kenneth More recordó que cuando los extras se negaron a tirarse al agua, se dio cuenta de que tendría que dar ejemplo: «Di un salto. Nunca había experimentado tanto frío en toda mi vida. Fue como saltar a un congelador profundo, tal como lo hizo la gente en el Titanic real. El impacto del agua fría forzó mi respiración. Mi corazón parecía dejar de latir. Me sentí aplastado, incapaz de pensar. Tenía rigor mortis, sin el mortis. Y luego salí a la superficie, escupí el agua sucia y, jadeando por aire, recuperé mi voz. '¡Alto!' grité. '¡No me escuchen! ¡Es jodidamente horrible! ¡Quédense donde están!' Pero ya era demasiado tarde, ya que los extras hicieron lo mismo».

Una de las últimas fotos que se conservan del barco, antes de hundirse El Norte

La naviera Shaw Savill Shipping Line acordó permitir que se tomaran escenas exteriores en uno de sus barcos, MV Dominion Monarch, pero poco antes de que comenzara la filmación, retiraron el permiso. El asunto había llamado la atención del presidente de la línea, Basil Sanderson, hijo de Harold Sanderson, que había sido presidente de White Star Line de 1913 a 1927 y estaba casado con la hija de J. Bruce Ismay. No querían que se reabriera el asunto y el resto de las compañías se negaron a cooperar: sir Frederick Rebbeck, presidente de Harland and Wolff, rechazó también cualquier cooperación.

La compañía emitió un comunicado deplorando el hecho de que una compañía cinematográfica buscase sacar dinero de la tragedia y que decía: «Demasiada gente del astillero perdió la vida esa noche y también demasiada otra gente. ¿Por qué deberíamos contribuir a hacer un entretenimiento de ello?».

Noticia publicada en El Norte de Castilla el 17 de abril de 1912. EL NORTE

El productor William MacQuitty consiguió finalmente el permiso de la firma Ship Breaking Industries para filmar en un viejo barco de vapor, el RMS Asturias, que había sido construido en Belfast, servido en la II Guerra Mundial como crucero mercante y armado hasta que, finalmente, fue torpedeado y reparado en Gibraltar; estaba esperando para ser desguazado, lo que empezó a ocurrir en 1957, cuando hizo su último servicio para el cine. De hecho, la Rank Organization solo utiliza en la película el costado de babor. La librea y el resto del barco fueron repintados en los colores de White Star Line por estudiantes de arte.

Walter Lord, autor del libro original, encontró 64 sobrevivientes en su investigación, y la Rank localizó a muchos más gracias al ruido que se armó con la realización de la película: varios en el set, incluida Edith Russell, una periodista de moda y estilista que la noche del siniestro llevaba con ella un cerdo musical de peluche que le trajo suerte. Durante una de sus muchas visitas al plató, la señorita Russell, junto con su gorrino de juguete, por supuesto, tuvo la oportunidad de conocer a la actriz (Teresa Thorne) que la interpretaba y le mostró el cerdo original, casi disecado, mucho más grande que el que se usa en la película. Russell legó su preciado juguete a Walter Lord en su testamento.

Noticia publicada en El Norte de Castilla el 17 de abril de 1912. El Norte

El personaje del segundo oficial, Charles Lightoller, el héroe de la película, sirvió en la Primera y Segunda Guerra Mundial, rescatando a muchos hombres en Dunkerque. Había fallecido de una enfermedad cardíaca crónica el 8 de diciembre de 1952 a los 78 años, pero el hijo de Lightoller aconsejó al actor Kenneth More cómo interpretar a su padre y hasta la viuda visitó el set para observar la filmación.

Otro curioso personaje que se muestra leyendo en silencio en la sala de fumadores de primera clase es William Thomas Stead, editor y escritor respetado que fue visto leyendo exactamente en el mismo lugar cuando se hundía el barco. El 22 de marzo de 1886, Stead había escrito un artículo titulado 'Cómo se hundió el vapor correo en el Atlántico medio, por un superviviente', en el que cuenta cómo un vapor choca con otro barco y, debido a la escasez de botes salvavidas, provoca una gran mortandad entre los pasajeros.

Stead, que murió en el Titanic, escribió en ese mítico y premonitorio artículo: «Esto es exactamente lo que podría suceder y sucederá si los transatlánticos se envían al mar sin botes salvavidas». El cuarto oficial del Titanic, Joseph Boxhall (interpretado por Jack Watling), fue uno de los asesores técnicos de la película, de ahí su gran fidelidad a los hechos.

La película 'S.O.S. Titanic' (1979), de William Hale, se estrenó meses antes que 'Rescaten el Titanic' y contaba en su impresionante reparto con David Warner, Ian Holm o Helen Mirren. El director de fotografía Christopher Challis reflexionó en su autobiografía sobre la realización de esta cinta: pensaba que 'La última noche del Titanic' (1958) era «excelente» y que el calendario de rodaje de ocho semanas impuesto por EMI Films para su película era escaso, en comparación con los cinco meses de aquella mítica producción.

Durante la secuencia del hundimiento del Titanic, la banda del barco interpreta canciones de ragtime contemporáneas: la banda sonora de Howard Blake hace un uso especialmente conmovedor del inquietante vals ragtime 'Bethena' de Scott Joplin, que parece ser fue uno de aquel fatídico repertorio.

En la mencionada 'Rescaten el Titanic' (1980), de Jerry Jameson, basada en la novela de Clive Cussler, se anticipan a las inmersiones ulteriores que se realizaron a partir de 1985, año de descubrimiento del pecio.

En la película, que interpretan Jason Robards, Richard Jordan y Alec Guinness, un grupo de científicos necesita un metal muy raro, cuyas únicas reservas se encuentran, al parecer, a bordo de los restos del Titanic. El metal, necesario para elaborar un sistema antimisiles, se encuentra a más de 3.600 metros de profundidad, en las heladas aguas del Atlántico Norte, y un equipo de técnicos y de oceanógrafos intentarán sacar a la superficie las reservas del valioso material.

También el español Bigas Lunas estrenó el mismo año de James Cameron –dicen que fue coincidencia– 'La camarera del Titanic' (1997), coproducción romántica basada en la novela de Didier Decoin, en la que la fascinación del Titanic sirve de excusa para narrar las ensoñaciones de Horty, un minero lorenés al que da vida Olivier Martínez, quien, tras compartir una noche de hotel con una supuesta camarera del Titanic (Aitana Sánchez-Gijón), convierte la anécdota en un dulce material fabulado que verbaliza ante sus compañeros de oficio primero y como ayudante de espectáculos después. Bigas Luna evoca así la cervantina incertidumbre en la frontera entre realidad y ficción.

Como nota final, recordemos que 'Titanic' (1997) es una película que abarca un proyecto más ambicioso, influido por el mencionado documental de 1985, 'Los secretos del Titanic', dirigido por Nicholas Noxon. James Cameron realizó hasta doce inmersiones en el Titanic real y descubrió que ver el barco hundido suponía para él una experiencia emocional abrumadora, al punto de derramar abundantes lágrimas en más de una ocasión al comprender la magnitud de la tragedia histórica que acababa de descubrir. Terminó, de hecho, pasando más tiempo con los pasajeros evocados en su mente que con sus propios tripulantes. Es difícil escapar a su misterio, incluso si manejas con maestría los resortes de una película.

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