Una empresa de León tiene en su poder un claustro renacentista de Castilla-La Mancha
El impago de la restauración impidió que hace 14 años el monumento se devolviera a Jadraque, en Guadalajara, y desde entonces permanece en las instalaciones de la compañía leonesa
leonoticias.com
Domingo, 3 de agosto 2014, 12:15
Desde hace 14 años una empresa mantiene en León un claustro renacentista del siglo XV perteneciente al Castillo del Cid de Guadalaja, desde donde fue trasladado a la capital leonesa para su restauración. Eso fue en 2002 y desde entonces un 'laberinto' político y judicial mantiene en León una parte de la historia de Castilla La Mancha.
La presencia de este claustro en León es el ejemplo de lo que hoy la crisis y la clase política puede hacer con el arte y la historia. Es la historia de un enredo avivado por el desinterés de los responsables públicos, siempre capaces de convertir en realidad asuntos que pudieran parecer impensables.
Esta pieza única, a la que debería mirar con mimo Castilla La Mancha vive en el olvido a la espera de que, quizá por casualidad, los responsables de patrimonio de esa comunidad recuerden que hubo un día en el que sus piedras fueron enviadas a León para una restauración ya realizada, pero nunca pagada.
Por increíble que pueda parecer la realidad hoy se impone y es tan dura como que el patrimonio del Castillo del Cid espera paciente a salir del olvido 12 años después de que abandonara su tierra. Carmen Seoane, hija del empresario al que fue encargada la restauración, no tiene reparos a la hora de calificar como «inconcebible» la situación que vive esta parte de la historia de España.
«Y todo, tratándose de un bien que tiene hoy la misma catalogación que por ejemplo la Mezquita de Córdoba o la misma Catedral de León», remarca.
El enredo nace en una restauración ordenada para el Castillo del Cid, en Jadraque. Una restauración ya realizada, pero nunca abonada a sus responsables porque la concesionaria para la recuperación el castillo del Cid se vino abajo al mismo tiempo que se precipitó una de las torres de ese recinto histórico.
Hecho y no cobrado
La empresa leonesa encargada de reconstruir el claustro tal cual fue concebido por sus creadores trabajaba como subcontrata en aquella restauración que, mal realizada por la titular en otras áreas del castillo, entró en un laberinto judicial del que una década después no ha salido.
Sin embargo la familia Seoane había cumplido con su parte de la obra. Más allá de los problemas con la concesionaria, lo cierto es que en los talleres leoneses de su empresa los Seoane -cuyo prestigio en este tipo de rehabilitaciones es nacional e internacional- el claustro del Castillo del Cid de Guadalaja estaba restaurado y listo para regresar a su castillo. Era el año 2002.
Desde entonces, nada. «Hemos escrito a Patrimonio, al Ayuntamiento, a la Junta de Castilla La Mancha, a todo el mundo pero lo cierto es que nadie nos ha dado una respuesta clara, una solución», remarca Carmen Seoane.
Para más inri ante las decenas de cartas remitidas a los responsables de la localidad de Jadraque la respuesta superó todo lo imaginable: «Es que lo mismo antes de pagar esa restauración me interesa más hacer una piscina, que me da más votos», recuerda Carmen Seoane que le espetó una autoridad de claro.
La realidad deja un escenario rocambolesco, con el claustro del siglo XV del Castillo del Cid esperando a 500 kilómetros del lugar en el que deberían estar. Eso sí, quizá en Jadraque el verano sea más llevadero junto a una nueva piscina.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.