Un Museo puede tener muchos corazones: su colección, el edificio que lo acoge, los profesionales que trabajan en él…, pero sin duda el más importante lo representan sus visitantes
Para ese público fiel —y el que no lo es tanto— concebimos exposiciones, conciertos, proyecciones, conferencias… y actividades educativas
Hace algunas semanas, el Museo Nacional de Escultura hizo llegar a cientos de colegios e institutos de todo el país Germinal, una iniciativa bajo la cual hemos englobado todas nuestras propuestas orientadas hacia la educación.
Dentro de Germinal, como las hojas de un árbol, se despliega Emoción es Cultura, un nombre —y a la vez declaración de intenciones— que revela la programación que hemos orientado hacia los centros docentes. Porque el Museo Nacional de Escultura tiene la vocación de extenderse hacia las aulas, al tiempo que sus salas se convierten en un apéndice de estas.

«¿Qué haremos hoy? ¿Qué pasará allí?» Se pueden preguntar muchos de los niños que recibimos durante el curso. Dentro del Museo se suceden las historias: nos visitan «misteriosos viajeros», recreamos animales fantásticos, aprendemos de sabios medievales y maestros de la escultura. Al tiempo, en el Palacio de Villena el mayor Belén napolitano de España se transforma en una colorida celebración, y en la Casa del Sol reviven los héroes y dioses de la Antigüedad clásica.
El contenido para la infancia prima lo lúdico y experiencial, sin embargo para los jóvenes hemos querido apostar por contenidos que refuercen su pensamiento crítico. Hablamos de derechos humanos o de igualdad de género, pero también de conceptos fundamentales del Arte.

El proyecto educativo del Museo también tiene un compromiso permanente con el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Por ello en Aún aprendo, ofrecemos a todas las personas interesadas diversos recorridos por la colección: algunos prácticamente de iniciación, otros más especializados. En todos ellos se utiliza un lenguaje sencillo con el que tratamos de conectar con visitantes que nunca se habían planteado llegar a serlo.
Y aunque Germinal es toda una reivindicación de lo presencial, como legado de las adversidades surgidas durante la pandemia, ha quedado Conexiones, una iniciativa con la que el Museo se abre al mundo a través de las nuevas tecnologías. Los alumnos y alumnas de la escuela más pequeña de España u otros pertenecientes a universidades de México y EE UU pueden atestiguarlo.

Germinal alude a germinar, es decir, al inicio del desarrollo de una planta y la elección de este nombre no es baladí, pues con él manifestamos una de nuestras prioridades que es la de proyectarnos hacia el futuro a través del crecimiento de las personas. Creemos que uno de los principales activos con los que cuenta una sociedad son unos ciudadanos y ciudadanas adecuadamente formados y ofrecer las herramientas para lograr este fin es una de las misiones fundamentales que tenemos los museos públicos.