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«En un futuro, o somos sostenibles o no somos nada»

José Luis Domínguez, gerente de ACOR, asegura que «tenemos una apuesta muy firme por las energías renovables donde el sol es nuestro gran aliado»

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"El nuevo proyecto del secado de pulpa ha reducido un 35% nuestras emisiones de CO2"

José Luis Domínguez, gerente de ACOR

José Luis Domínguez acaba de cumplir cuatro años como director general de ACOR. Ha pilotado el primer Plan Estratégico de la cooperativa con el objetivo de volver a situar al socio en el lugar que le corresponde. En la actualidad, trabaja en el segundo Plan, con el que pretende resaltar la innovación de las empresas de ACOR y desarrollar una gestión eficiente del agua. Un reto muy ambicioso que comienza en las explotaciones de los socios y concluye en las instalaciones de Olmedo. Por todo ello, ACOR acaba de ganar el I Premio de Sostenibilidad en la categoría de ‘Grandes Empresas Innovadoras’, organizado por El Norte de Castilla.

–¿Qué ha supuesto este premio para una cooperativa con más de 60 años de historia?

–Lo primero de todo, una gran alegría. Ser merecedores de ese premio es un orgullo porque creemos que es un reconocimiento al trabajo realizado; se reconoce un modelo y una filosofía de trabajo. Lo segundo, un gran reto porque nosotros pretendemos que la sostenibilidad no quede en proyectos en papel, sino que se plasmen en la realidad, en lo que estamos trabajando. Y tercero, una gran responsabilidad porque queremos que esas ideas principales de nuestro modelo sean las que llevemos a cabo; tenemos que ser responsables con lo que queremos hacer.

–Estos resultados ¿se consiguen en un periodo corto de tiempo o necesitan de una planificación a largo plazo?

–Llevamos ya más de cuatro años trabajando en un modelo, en una forma de pensar y de ver lo que es la filosofía de una cooperativa. Esperemos que a futuro podamos seguir desarrollando esas ideas y otras nuevas.

–La crisis energética actual ¿cómo ha influido en el desarrollo de ese modelo?

–Nos ha afectado. Es muy importante que tengamos en cuenta que nuestro modelo de sostenibilidad viene de antes. Desde el año 2019 ya venimos trabajando en descarbonización, en la mejora de eficiencia energética... Se ha desatado la guerra en Ucrania, y nos hemos dado cuenta de algunas realidades que estaban ahí. Entonces, nuestro forma de trabajar no es consecuencia de ese enfrentamiento bélico sino que ya habíamos pensando antes que ese modelo era necesario. Esta nueva situación geopolítica mundial, lógicamente, ha provocado que tengamos que cambiar alguna actuación, pero nuestro modelo industrial es altamente intensivo en consumo de gas, y por eso la guerra nos ha tocado, pero hemos sido capaces de tomar medidas técnicas y de adaptarnos; saldremos adelante.

–¿Qué ha provocado esa dependencia de gas?

–Ha hecho que aparezcan una serie de ideas, modelos y alternativas que nos permiten reducir esa dependencia del gas. El modelo de sostenibilidad trae consigo esa descarbonización de la que estamos plenamente convencidos, pero hay que buscar la parte económica, algo que hemos hecho desde el principio; vamos a buscar modelos de trabajo rentables.

–Y aquí entra el sol como el mejor aliado de ACOR.

–El sol siempre ha estado ahí. Tenemos una apuesta muy firme por las energías renovables, y sí, el sol se ha convertido en un aliado muy importante para nosotros, porque nos ha servido para apuntalar ese modelo de eficiencia energética, descarbonización y de usos de energías renovables. Vamos a dejar de consumir gas en la medida de lo posible y vamos a utilizar la luz solar para nuestro proceso industrial. ¿En qué hemos trabajado? En otras variables. Es un cambio de paradigma. Antes la pulpa peletizada se secaba durante la propia campaña y se vendía –nos suponía unos ingresos en una determinada época– y lo hemos tenido que cambiar. El año pasado probamos y nos salió bien, y vamos a seguir con ello. Y el sol es fundamental, tanto para la parte de secado solar de la pulpa como por el uso de las placas fotovoltaicas, cuya energía nos serviría para cubrir nuestras necesidades eléctricas entre campañas.

–¿En qué consiste ese proyecto de secado?

–Es muy sencillo. Antes, la pulpa fresca que se deriva del proceso de producción del azúcar se llevaba a los secaderos, se secaba mediante gas y se peletizaba para vender esos pellet secos. Ahora, durante el periodo de campaña, la pulpa se introduce en unas grandes bolsas de plástico, donde permanece durante un determinado periodo de tiempo y cuando llega el buen tiempo se abren las bolsas y la pulpa se extiende de forma uniforme al sol para su secado; una vez seca se peletiza.

–Todo esto ¿se puede cuantificar?

Nos ha supuesto más de un 35% de ahorro en emisiones de CO2; la reducción en el consumo de gas es muy importante, y con ello hemos dado un paso muy importante en el modelo de descarbonización. Muchas empresas han fijado como objetivo a 2050 reducir un 40-50% las emisiones, nosotros en un año hemos reducido un 37%. Nosotros hemos calculado la Huella de Carbono, hemos hecho nuestra inscripción de forma voluntaria, y estamos en el procedo del Cálculo-Compenso-Reduzco, con el objetivo de reducir todo lo que se pueda. La descarbonización es una parte de ese proceso de Economía Circular como modelo que tenemos para trabajar en la cooperativa.

–¿Algún proyecto más que quieran desarrollar?

–Muchos, sobre todo los basados en eficiencias energéticas, en mejoras para la reducción del uso de energías no renovables, y, por supuesto, tenemos el modelo de la caldera de biomasa, que distintos factores han impedido que alcancemos los tiempos que teníamos marcados pero estamos trabajando en ello para que el proyecto sea incluso mucho mejor de lo que teníamos planteado inicialmente. Se trata de reducir, en la medida de lo posible, la dependencia que tenemos sobre el gas.

–Y, por si fuera poco, les surge otro enemigo: la sequía.

–Sí. El tema del agua lo vamos a plantear como un gran objetivo de nuestro Plan Estratégico. Seguimos siendo la misma cooperativa de siempre; nuestro trabajo se basa en la búsqueda de la máxima rentabilidad de los socios..., pero junto a la descarbonización, el uso racional del agua es otro de nuestros ejes centrales, y será incluido dentro de las medidas de ahorro a futuro. Nosotros tenemos doble dependencia del agua: a nivel agrícola e industrial. Nuestro negocio precisa de bastante cantidad de agua, aunque es cierto que nosotros devolvemos un volumen de agua superior, y más depurada, que el que captamos porque gran parte de la remolacha es agua y una parte se devuelve depurada.

–La sostenibilidad ambiental ¿es posible sin la sostenibilidad económica?

No hay modelo sostenible si económicamente no es rentable. Nosotros no solo somos sostenibles a nivel medioambiental, sino también a nivel social. Hay que tener en cuenta que el 75% de la plantilla de ACOR vive en el medio rural, y por esto entendemos que esta cooperativa es fundamental para dinamizar las economías de la zona. Además, más del 95% de nuestros trabajadores tienen contrato indefinido. ¿Qué mayor compromiso desde el punto medioambiental y social se puede tener? Pero todo ello es sostenible si las medidas que adoptemos son rentables. Necesitamos que nuestros socios sigan teniendo el mismo compromiso y la misma ilusión para seguir trabajando en sus cultivos. La caldera de biomasa, el modelo de descarbonización, el uso de biomasa forestal..., todo es sostenible porque es rentable. Lo que está claro es que, o somos sostenibles en un futuro, o no seremos, directamente.

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