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Parte de la delegación de Castilla y León en el congreso.
Cisma hasta en el congreso de la unidad

Cisma hasta en el congreso de la unidad

Delegados e invitados del PSOE de Castilla y León marcan sus diferencias en los pasillos de la sede congresual

Mar Domínguez

Sábado, 26 de julio 2014, 13:41

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Es el congreso del cambio, el de la refundación socialista, pero no para los delegados e invitados por Castilla y León. Los bandos están bien definidos en los pasillos del hotel Auditorium de Madrid, donde ha comenzado un cónclave que hoy estará dedicado a la despedida de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE y, el domingo, a la ratificación de una nueva dirección liderada por Pedro Sánchez.

Los representantes de las distintas delegaciones conversan o se saludan, los de Castilla y León ni se dirigen la palabra, salvo si son de la misma cuerda. "En el congreso de Sevilla se cortaba el ambiente con el cuchillo. Fue muy tenso. En este, todos han asumido el cambio y hay dosis de optimismo, menos para los de Castilla y León", comenta un histórico socialista de Valladolid.

Julio Villarrubia llegó al Auditorium y ya le esperaban afines como Juan José Zancada, portavoz en la Diputación de Valladolid y secretario regional de Política Local hasta que la ejecutiva reventó por la dimisión de la mitad más uno de sus miembros, en una crisis más que en este caso estuvo auspiciada por Óscar López, procurador en las Cortes de Castilla y León y, desde este congreso, ex secretario federal de Organización. El hasta ahora número tres del PSOE podría estar incluido en la nueva ejecutiva federal que esta tarde cierre Pedro Sánchez: tanto sus seguidores como los detractores lo dan por hecho.

Cecilio Vadillo, ex subdelegado del Gobierno y alineado también con el sector crítico, conversaba con Juan José Biosca, concejal en Laguna de Duero y también uno de los nueve delegados por Valladolid que han acudido a esta cita.

Óscar Puente, presidente del grupo municipal socialista, charlaba con el alcalde de Tudela, Óscar Soto, a quien Julián Simón de la Torre, secretario regional de Organización hasta que estalló la dirección del partido, evitó saludar.

El presidente de la gestora del PSOE regional, Jesús Quijano, hablaba en un pasillo con el exparlamentario palentino Juan Ramón Lagunilla: «Si esta escena la ve Villarrubia, le da algo. 'Lagun' y él son enemigos».

Al otro lado, el alcalde de Soria, Carlos Martínez, llegaba con sus delegados y sostenía desconocer si formaría parte de la nueva dirección nacional. Hablaba con unos y con otros y parece ser que es el único que se mantiene a un lado en esta división regional.

Óscar López acompañaba al todavía secretario general y, al lado, Soraya Rodríguez. El futuro político de ambos quedará hoy más despejado.

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