Antonio y Gaudencio, los chóferes del Rey

Le rogó que no se marchara. Acababa de cumplir los 65 años y Antonio Lobo, 43 años siendo chófer de la Casa Real, principalmente de la reina Doña Sofía, sentía que había cumplido ya con el puesto y que era momento de prestar su atención a su familia. El rey me dijo un día: oye Antonio no te vayas. La reina me ha dicho llorando que te pida que no te vayas. Pero Antonio se fue. Porque su vida había sido muy activa, desvinculada de su familia. Y le comentó al rey que tenía ya ganas de descansar. Su majestad entonces le dijo: A ver si puedo hacer lo mismo que tú y ojalá pueda dejarlo pronto, le dijo entonces. De ahí que cuando ayer don Juan Carlos abdicó, a Antonio no le pilló de sorpresa. Pensaba que no tardaría mucho en hacerlo. Me parece una actitud muy coherente, añadió.

A sus 76 años, Antonio Lobo, natural de Villalán de Campos, sigue manteniendo vínculos esporáneos con la Casa Real. Con ellos vivió momentos importantes como el traslado del rey hasta Santiago de Compostela durante la visita de Juan Pablo II. El Papa tuvo detalles conmigo impresionantes. O incluso ha llevado al rey con jefes de Estado en el coche. Es una caja muy pequeña donde se escuchan muchas cosas que no debes decir, advierte para avanzar que jamás ha desvelado ni desvelará nada de lo que conoció durante su trabajo.

Al príncipe, heredero de la Corona, le llevaba al colegio de niño. La reina, dice, siempre que podía llevaba a sus hijos al colegio. Siempre ha sido una madraza. Así que conoce a don Felipe desde chico. La reina siempre decía que yo era más antiguo que ella en La Zarzuela, porque llegué unos meses antes que ella, dice risueño.

Describe al rey como una persona muy, muy humana, sencilla, cercana con la gente, mientras que del príncipe destaca también su cualidad humana pero asegura que es algo más introvertido que el rey. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos.

Durante los 43 años que estuvo en la Casa Real, Antonio Lobo coincidió en el puesto de trabajo con su tío Gaudencio Fernández, actualmente 90 años. También natural de Villalán de Campos, Gaudencio estuvo 53 años ejerciendo de chófer oficial, en este caso del rey. Vivió durante 48 años en La Zarzuela con su mujer y sus hijas y asegura que puede presumir de ser una de las personas que mejor conoce a don Juan Carlos. De hecho, acudió a Grecia a la boda de los reyes como invitado. Y he llevado a la reina a que nacieran sus tres hijos al hospital, dice emocionado.

Sorprendido en parte por la noticia, Gaudencio Fernández dice que el rey es una gran persona, con sentimientos buenos hacia todo el mundo. Al príncipe y a las infantas dice que casi les ha criado él. Y le veo muy preparado, espero que sea un gran rey, dice de don Felipe.

Tanto él como su sobrino Antonio valen más por lo que callan que por lo que cuentan. Porque lo que podemos decir ya lo sabe todo el mundo, dicen. Con ellos, con la familia real, siguen manteniendo el contacto. Se felicitan en los cumpleaños y en fechas señaladas como Navidad. Pero nos vamos a ir aireando sus cosas, porque eso no se hace, concluye Gaudencio.