La Asociación de Amigos de la Capa cierra la semana cultural con una concentración en el centro de Soria

Unas setenta personas participaron este fin de semana en la jornada de la capa en Soria. Los asistentes a la concentración lucieron la prenda y desarrollaron los actos con los que se cierra el programa extendido durante tres días. El grupo más numeroso llegó de Aranda de Duero (Burgos).

Con este acto, la Asociación de Amigos de la Capa de Soria quiere divulgar el uso de la indumentaria entre los escolares y «hacer más grande» esta actividad. El secretario del colectivo soriano, Ismael Boillos, considera «fundamental un programa como el desarrollado estos días para dar a conocer la capa entre la sociedad. «La idea que tenemos es ampliar a tres días el programa anual».

Boillos reconoció que los organizadores esperaban una «mayor participación» de amantes de la capa de distintos puntos de Castilla y León. «Sabemos que no son buenos días, ya que en cada asociación celebran su patrón, San Martín de Tours, en estas fechas», indicó el secretario. También, lamentó que no acudieran más personas de la provincia. «Si en Soria todo el mundo sacara a la calle las capas que tienen guardadas, el centro de la ciudad se volvería negro», dijo

La concentración de capistas arrancó en los soportales del Palacio de la Audiencia de Soria, donde fueron recibidos por el alcalde, Carlos Martínez, en un acto en el que el grupo disfrutó de pastas, café y moscatel. Posteriormente, realizaron visitas guiadas por los puntos emblemáticos de la ciudad, y asistieron a una misa en San Juan de Rabanera. Los presentes disfrutaron de una comida de hermandad con la que se cerró el programa.

Durante los últimos días, se pudo disfrutar de una exposición de capas en el Casino Amistad Numancia. En la muestra se pudieron ver 14 capas y 22 fotografías históricas referidas a la prenda tradicional castellana. Los objetivos marcados por la asociación defensora del uso de la capa es «tratar de difundir la capa española, sacarla del baúl de los recuerdos y que los sorianos que la han tenido olvidada la saquen y la utilicen».

La capa se ha convertido en una prenda de exhibición y se usa para vestir en contadas ocasiones, la mayoría de las veces con carácter festivo. Los promotores de la asociación soriana ya han participado en algunas concentraciones para el uso de la prenda.

En la actualidad, en Castilla y León, Valladolid y Salamanca son las provincias que suman un mayor número de capistas. Continúa siendo la provincia salmantina la que guarda una mayor tradición, al menos, cuando se habla de tejidos con los que se debe confeccionar la capa, recogiendo la herencia textil de la zona de Béjar.

La capa castellana, la de mayor sobriedad, es la que predomina entre los capistas y una de las que, con cuidado y mimo, puede durar más en el tiempo. Es negra, con un largo que llega a mitad de pierna, entre la rodilla y el tobillo, y con un broche la mayoría de las veces personalizado. En algunos casos, y en su reverso, aparecen colores vivos y las iniciales del propietario o de la persona que la ha confeccionado.

Aunque el color predominante es el negro, en algunas provincias castellanas, como Soria, Segovia y Zamora, también en su época hubo tradición de llevar capas pardas, principalmente en el tiempo de Semana Santa, lo que ha dado lugar a la Procesión de las Capas Pardas.