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EL NORTE
Martes, 30 de abril 2013, 15:17
El Monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos, ha concluido las obras realizadas para contrarrestar los efectos que los insectos xilófagos habían ocasionado en algunas de sus estancias. En concreto, el tratamiento que se ha acometido contra termitas y carcomas en la abadía benedictina, según informa Ical.
En la bajo cubierta de la zona del coro antiguo, la sala capitular y la sacristía moderna existían túneles, galerías y orificios en el maderamen causados por diferentes tipos de xilófagos muy difíciles de detectar. Estos organismos tienen el peligro de arruinar la madera donde se alojan para protegerse de la luz, la sequedad ambiental, alimentarse y sobrevivir durante más tiempo.
Tecma-Rentokil la empresa encargada de llevar a cabo las obras, ha logrado solucionar estos problemas mediante una serie de tratamientos de inyección a presión, pulverización y proyección presurizada con insecticidas y fungicidas de alta penetración, que de forma combinada, consiguen la eliminación de la plaga y una protección posterior de las piezas tratadas.
«Tras la confirmación de la presencia de estas plagas en los edificios, los tratamientos deben ser curativos y preventivos, además de rápidos». Así lo asegura en un comunicado Jacinto Díez, director de Marketing de Tecma-Rentokil, que añade que «estas plagas obligan a tomar medidas específicas para su eliminación, ya que, en caso de no realizarse un tratamiento efectivo, los daños que pueden ocasionar son especialmente graves».
El burgalés Monasterio de Santo Domingo De Silos, que se remonta a la época visigótica hacia el siglo VII y se consagra posteriormente en templo románico en el año 1088, queda ahora a salvo de estos insectos taladradores de madera, conservando en perfecto estado sus estructuras y bienes.
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