Palencia, estación hacia Anduva

Aunque en las últimas horas se quiere asemejar Anduva, o el estadio del Mirandés, al histórico Anfield Road de Liverpool, ellos huyen de etiquetas. «El domingo tenemos un partido vital en Segovia», explica Raúl García. El zaguero rojillo vive uno de sus mejores momentos como profesional en la ciudad burgalesa, pero también recuerda las pisadas que le llevaron hasta las puertas del nuevo mito futbolístico. En ese camino, La Balastera fue una posta «importante».

También lo fue para Álvaro Corral o para Aitor Blanco, exjugadores del Palencia, quienes aún evocan su pasado morado en «las horas más felices» de su vida. «Esto es una locura. La Copa ha desbordado a todos: al equipo y a la ciudad. No hay un sitio donde esconderse», explica García, único de los tres futbolistas que vive en Miranda con pasado palentino.

Aitor Blanco lo hace en Vitoria, su ciudad natal. «En buena medida fiché por este club por ese motivo, por la cercanía de mi casa. Aquí trabaja mi mujer y llevo al niño a la guardería», comenta el central que se marchara en julio del Palencia debido a la inestabilidad económica del club y la inseguridad de cobro que ofrecía la entidad. «Fue un palo, pero el destino te guarda sorpresas», confiesa inmerso en el sueño que vive junto a sus compañeros de vestuario.

Entre esos miembros de la «familia» rojilla también está Corral, jugador que completara dos temporadas en Palencia, entre 2006 y 2008. «Fueron dos años buenos, muy bonitos y, de hecho, me acordé del club nada más terminar el encuentro ante el Espanyol porque el presidente del Palencia me mandó un mensaje», confiesa el central del Mirandés en relación al 'SMS' que Chema Torres les envío a los tres exjugadores de La Balastera.

Las muestras de cariño hacia García, Corral y Blanco también se repitieron en los terminales de la exutilera del primer equipo Sara o, incluso, del exdirectivo Alberto Villegas, quien también quiso compartir su alegría con los que fueron sus futbolistas.

Los tres, junto al resto de la plantilla burgalesa, se han atrevido a restarle protagonismo al 'clásico' entre el FC Barcelona y el Real Madrid. La gesta mirandesa era inimaginable hace tan solo dos meses. «Nosotros nunca hemos dudado», afirma Corral, quien admite que se llevaron un pequeño varapalo cuando el Espanyol les remontó en el estadio de Cornellá en apenas diez minutos. «Nos fuimos de Barcelona con un sabor agridulce, pero con el paso de las horas sabíamos que la eliminatoria estaba abierta y que podíamos darle la vuelta en Anduva y con nuestra gente», añade el jugador riojano, futbolista que viaja a Miranda desde Logroño todos los días para entrenar. Ayer tenía descanso. Sin embargo, cambió el terreno de juego por los estudios de radio y televisión para transmitir las sensaciones de la hazaña jamás contada del equipo de Pouso.

El Mirandés, flamante líder del grupo II de la Segunda División B, categoría en la que milita junto al Palencia, puede presumir de solo haber perdido un partido esta temporada en la Liga. Fue en diciembre y ante el Alavés (0-1). «No queremos que nos pase factura todo lo que se ha originado alrededor de la Copa, por eso tenemos que mantener los pies en el suelo. El objetivo es ascender», asegura Raúl García, quien explica que el apoyo palentino en la noche del martes no solo llegó a través del teléfono. «Jose, del matadero de Palencia, vino a verme jugar. Tenemos una buena amistad desde que estuve allí», afirma. Aitor Blanco corrobora el objetivo. «Estamos siendo muy regulares y el premio es ese, pero la temporada se asemeja más a la de un equipo de la NBA que a la de un conjunto de Segunda B», incide.

El pisotón de Toquero

Las aspiraciones del Mirandés, que incluso podían ser europeas en el que caso de que sus rivales en semifinales consiguieran plaza para la 'Champions' o la 'Europa League', pasan ahora por enfrentarse al Athletic de Bilbao. La directiva, el cuerpo técnico y los jugadores querían medirse al conjunto bibaíno «por tradición copera, por lo que significa y por un desplazamiento cercano que nos va a permitir ir a La Catedral arropados por nuestra gente», agrega García.

El pasado de muchos de los actuales jugadores rojillos también les condiciona. Vistieron la camiseta rojiblanca y tuvieron que marcharse por unos motivos u otros. Para Álvaro Corral, el Athletic también le evoca recuerdos, aunque no precisamente por su camiseta, su pasado o por simple admiración.

El exjugador del Palencia se reencontrará con Gaizka Toquero. El vitoriano fue el responsable de uno de los capítulos más desafortunados de la vida de Corral. El defensa riojano sufrió la contundencia del vasco en 2008 cuando jugaba en el Sestao. Un pisotón del 'lehendakari' mandó a la basura las botas de Corral, quien se quedó sin sus 'munich' para el final de la temporada. «Será un partido especial para toda Miranda», afirma Corral. Un partido que se espera con locura en el Anfield Road rojillo. «Esto es Anduva».