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ICAL
Sábado, 10 de septiembre 2011, 19:59
El curso de la historia podría haber dado un giro importante y los municipios salmantinos de Fuenteguinaldo y El Bodón fueron el escenario de uno de los acontecimientos históricos que, aunque no ha alcanzado la relevancia social que merece, fue decisivo en las batallas libradas con motivo de la Guerra de la Independencia.
Si no eres de la zona, cuesta situar en el mapa estos dos pequeños municipios y sus habitantes han decidido ponerlos definitivamente para que queden en la memoria colectiva, conmemorando la mítica batalla conocida como la de El Bodón y recordando las 36 horas críticas que pasó Wellington en Fuenteguinaldo, a punto de ser derrotado por las tropas napoleónicas.
El investigador Miguel Ángel Largo lleva cinco años indagando en esos momentos para la elaboración de un libro y explica que la documentación existente certifica que Fuenteguinaldo tuvo un papel destacado en las luchas en 1810, ya que en agosto de ese año Wellington estableció su cuartel general en el municipio para tomar Ciudad Rodrigo.
En septiembre, los mariscales franceses Marmont y Dorsenne unieron sus fuerzas, unos 60.000 hombres, para suministrar víveres a Ciudad Rodrigo y los ingleses, en clara inferioridad, tuvieron que retirar el sitio, aunque se mantuvieron en la zona. El día 25 de septiembre se desarrolló el combate de El Bodón, en el que las tropas de Wellington se vieron obligadas a replegarse en Guinaldo con un total de 14.000 hombres, ya que el resto de efectivos se había situado en otros puntos y no les había dado tiempo a llegar. Desde ese momento, los franceses comenzaron a situarse frente a la villa.
Largo explica que si en ese momento los 60.000 hombres de las tropas napoleónicas hubieran atacado a los 14.000 de Wellington la derrota habría sido total pero, sin embargo, la indecisión del mariscal Marmont, que desconocía la enorme superioridad que tenían frente al enemigo, posibilitó que les diera tiempo a retirarse durante la noche del 27 hasta posiciones más seguras en Portugal, concretamente hacia el río Coâ. Ése fue el tiempo que tardó en llegar la temida División Ligera Inglesa, que en la batalla de El Bodón se había instalado entre los pueblos de Pastores y Robleda.
El regreso de los ingleses
Al amanecer del día 27, cuando Marmont se decidió a atacar, se encontró con que las tropas británicas ya había n desaparecido y, aunque las seguió, a Wellington le dio tiempo a reorganizarse y librar una batalla de varios días, Alfaiates, que concluyó con el repliegue de las tropas francesas. En ese momento, los británicos volvieron a instalarse en Fuenteguinaldo, aunque no fue hasta mayo de 1811 cuando el general inglés regresó a su antiguo cuartel en el pueblo, una casona que aún se conserva conocida como la Casa de los Aparicio. El 12 de junio, las tropas abandonaron la localidad y avanzaron hacia Salamanca para disputar uno de los enfrentamientos trascendentales de la contienda en julio del mismo año, la batalla de los Arapiles.
De la indiferencia al matrimonio
El carácter fronterizo de estas localidades las convirtió en un ir y venir de tropas, que en ocasiones no solo se instalaban en la zona, sino que convertían a la población en objeto de su ira, transformada en saqueos. Largo destaca que apenas existen archivos en el Ayuntamiento del municipio y tan solo se custodia un documento anterior a 1811 debido a que el propio Consistorio fue quemado por parte de los franceses durante uno de los saqueos.
Por este tipo de motivos, aunque la población al principio se intentó mantener al margen de los hechos bélicos y el pueblo era solo un escenario donde en unas ocasiones se acogía a los ingleses y en otras a los franceses con indiferencia, los vecinos fueron tomando simpatías hacia el bando aliado. Según este investigador, así se refleja en los diarios y cartas que escribían los soldados y oficiales británicos de la época.
De hecho, consultando los registros de matrimonios, nacimientos y defunciones en el Obispado de Ciudad Rodrigo, durante esos años se inscribieron enlaces entre lugareñas y soldados del ejército aliado. También hay documentación sobre su participaciones en las fiestas populares, como corridas de toros, encierros o en los carnavales. Como ejemplo, destaca que el día de San Patricio de 1813 hay constancia de que los irlandeses que estaban en la zona celebraron su tradicional fiesta y aún hoy en día existe en el pueblo una familia a la que se apoda 'los ingleses' por ser descendientes de un miembro de las tropas británicas.
Todo un pueblo involucrado
Estos hechos, que han formado parte de la historia de estos municipios, ahora serán conmemorados y para ello se han implicado todos los habitantes. Según detalla uno de los organizadores, Francisco Sánchez, cuando se cumplen 200 años creen que el momento de reivindicar una parte de la historia que ya no se puede desligar de los guinaldenses.
El programa de actos se iniciará el próximo 23 de septiembre con una recreación de un campamento inglés en la zona para llegar al momento de la batalla de El Bodón, que se representará el día 24 gracias a la colaboración de recreadores de España y Portugal.
Los actos de conmemoración incluyen una corrida de toros, con la que se recordará la que realizó en honor a los ingleses el militar español Julián Sánchez El Charro, una cita que se desarrollará el próximo 25 de septiembre y que irá precedida de un encierro a caballo a cargo de caballistas ataviados con los trajes típicos de lanceros charros, como llevaban los soldados de El Charro. Por último, avanza que se realizarán mesas redondas con expertos que arrojarán datos sobre esta etapa de la historia y varias comidas de hermanamiento en ambos municipios.
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