«¿Pero qué quieres, caballo o coca?», le preguntó una niña a una toxicómana

Cuando tu padre trabaja en Fasa, de pequeño hablas de coches, de motores y reconoces las marcas por sus símbolos. Cuando tu madre, tu tío y tu abuela venden -presuntamente- droga, hablas de 'caballo (heroína)' o de 'coca' como si fuera lo más normal del mundo. Es lo que le ocurrió a una sobrina del líder del clan de Los Pelusos, hija de su hermana Soraya y nieta de la madre de ambos, Lucía, 'la Guaja' -ambas imputadas en el juicio por la 'operación Plata'-. La Policía Nacional intervino en el 2006 una conversación de la pequeña, de tan sólo 9 años, en la que contestaba al móvil de su madre y hablaba con 'Conchi', una toxicómana palentina, negociando abiertamente una transacción. La siguiente transcripción, absolutamente literal, reproduce el diálogo entre la niña, I., y la mujer:

-(I.) Hola, ¿quién eres?

-(Conchi) Soy Concha, ¿está tu madre?

-(I.) Sí, pero está con el otro móvil.

-(C) ¿Hoy no has ido al colegio -eran las 11.00 horas- pequeña?

-(I.) No, no me ha dado tiempo.

- (C) ¿Te has quedado dormida?

-(I.) Sí, y estaba hablando con mi papa. ¿Qué querías?

-(C) Dile a tu madre que es una cosa corta, ¿que si puedo ir ahora?

-(I.) ¿Qué es? 'Caballo' o 'coca'...

-(C) 'Caballo'.

-(I.) Pero, ¿cuánto?

-(C) Uno.

-(I.) ¿Un gramo?

-(C) Sí.

-(I.) ¡Mama!, al teléfono...

-(C) Pero, ¿sabes quién soy? Soy Concha, que voy siempre con mi novio y te ayudo con los deberes. Dile a tu madre que a ver si puedo ir porque es que vivo en Palencia, ¿sabes?

-(I.) Es que está hablando con mi tía Conchita -Concepción G. E., también imputada en esta causa-.

-(C) ¿La del Bule -Alfredo J. G., marido de la anterior e imputado-?

-(I.) Sí,... ¡Mama!, es Conchi...

-(C) Qué pesadita es tu madre. ¿Tienes colegio por la tarde?

-(I.) No, sólo voy cinco horas por la mañana.

-(C) ¿Cinco horas?, eso es mucho...

-(I.) Sí,... ¡Mama! -por fin coge el móvil Soraya y la niña se va-.

-(C) Oye Soraya, soy Conchi...

-(Soraya) Ahora no se puede

-(C) ¿Y a las doce?

-(S) A las doce y media

-(C) ¿Seguro?, es que trabajo...

-(S) Sí.

-(C) Vale.

La conversación deja pocas dudas sobre el aparente modo de vida que se llevaba en la casa de Soraya R. E., en el número 1 de la calle Cuclillo, en Pajarillos, y es una más de los cientos de horas de grabaciones telefónicas que los agentes intervinieron entre marzo y junio del 2006, cuando reunieron las pruebas suficientes para detener a 19 sospechosos de integrar la red tejida por el hermano de Soraya, José Antonio, alias 'Peluso'.

Muchas de aquellas conversaciones pudieron escucharse ayer durante la quinta vista oral del proceso, que se prolongará hasta marzo y abril al carecer de sala los magistrados para su continuación.

En la mayoría de las llamadas se oye cómo Soraya, 'Peluso' y su mujer 'Marujina' -los policías identificaron sus voces- negociaban con toxicómanos y camellos una venta u ordenaban a sus correos que movieran una cantidad, siempre usando nombres inventados para referirse a la 'coca' ('niñas' o 'leche') o a la heroína ('niños') y cantidades en pesetas para hablar de cantidades -en su argot, 'dos millones', según consta en una conversación, eran dos kilos-.

«Trae dos niños y tres niñas» o «una parte de niña» o «una niña que da para cemento», son algunas de las expresiones que los acusados, si se demuestra que realmente eran ellos, intercambiaban ajenos a que al otro lado de la línea había un agente, o dos, tomando buena nota de lo que hablaban.

Otra hija de Lucía, a juicio

El juicio continuará con más audiciones el día 24 y luego se suspenderá hasta un mes después. Antes, hoy mismo, se sentará en el mismo banquillo que 'Peluso' y Soraya su hermana Esperanza, 'Eva', que se enfrenta a cinco años de cárcel por vender droga a raíz de la detención de los anteriores. La joven estuvo a punto de morir en el 2003 al tragarse la droga en un registro en casa de su madre.