De las cabras a los camellos
Narcotraficantes y mafiosos convierten el islote de Perejil en plataforma para introducir droga en Europa
CARMEN ECHARRI
Miércoles, 14 de enero 2009, 01:42
Fueron torpes. Y esa torpeza se volvió contra ellos. Agentes de la Guardia Civil conseguían, la semana pasada, la detención de dos jóvenes marroquíes en plena isla de Perejil con casi 600 kilos de hachís distribuidos en fardos. Estaban esperando la llegada de una planeadora procedente de La Línea de la Concepción para cargar la droga, que debía ser desembarcada en la península. El hecho de que intentaran esconderse entre las rocas, nada más detectar la presencia de una patrullera del Instituto Armado, les convirtió en blanco directo de la acción de los agentes. Con esta aprehensión se consiguió asestar un importante golpe contra el narcotráfico en una roca que ha terminado por convertirse en tierra de narcotraficantes. Contrabandistas, enlaces de organizaciones mafiosas asentadas en el norte de Marruecos y 'gomeros' han reactivado la función de la famosa isla de Perejil como base estratégica para el traslado de drogas de Marruecos hacia Europa.
Su posición y el hecho de que sea un terreno abandonado (en el que tan sólo residía, hasta hace unos meses, una anciana con sus cabras) han convertido la famosa roca que hizo salir a flote la vena patriótica española -con motivo de la ocupación por parte de Marruecos en julio del 2002- en coto privado de los narcos.
La Benemérita, alerta
La Guardia Civil lo sabe. Y de hecho durante estos días ha ordenado la realización de batidas en un intento por impedir la ocultación de más hachís. Los datos conocidos son alarmantes. La semana pasada tuvo lugar el traslado de casi diez toneladas de hachís desde Perejil hacia la península, sin que esta operación fuera abortada por las fuerzas de seguridad marroquíes. Pero hay más. El pasado diciembre, vecinos de las localidades cercanas a la isla recibían con piedras y palos a jóvenes que trabajan para organizaciones dedicadas al narcotráfico, en un intento por impedir que se llevaran a cabo más descargas y almacenamientos de droga en la isla. ¿El motivo? Evitar que acciones de este tipo terminen perjudicando a quienes residen con tranquilidad en el entorno de la isla.
Las batidas han resultado exitosas. En nuevos registros agentes españoles han localizado casi 40 kilos más, esta vez ocultos entre las rocas y a dos metros de profundidad. Droga que podría tener relación con el primer alijo decomisado.
Marruecos ha recibido con sorpresa la operación de la Benemérita, que deja en evidencia la acción policial desempeñada por sus agentes. Tan en evidencia que, en un intento por aparentar que el país no permite que los narcos se les suban a las barbas, ha abierto una investigación para saber qué estaban haciendo aquellos agentes encargados, precisamente, de controlar que no haya tráfico de estupefacientes. Agentes que, desde luego, en el momento de la actuación de la Benemérita, no se encontraban, precisamente, evitando el trasvase de hachís que en cantidades ingentes parte de las playas marroquíes hacia las costas peninsulares.
A raíz de estas detenciones, la Benemérita espera obtener algunos datos que logren mejorar sus resultados en una roca convertida en un auténtico fuerte blindado para los narcotraficantes marroquíes. Hasta la fecha, los agentes españoles habían detectado la presencia de 'gomeros' procedentes de Gibraltar y La Línea a bordo de grandes planeadoras pero sin conseguir hallar alijo de droga alguno, pues en las persecuciones los traficantes lanzaban la droga al agua. Ante intervenciones de este tipo tan sólo se puede actuar con sanciones administrativas
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