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ISABEL JIMENO
Viernes, 19 de septiembre 2008, 02:39
La cuenta atrás para una de las fechas más esperadas en Castroserna de Abajo ya ha empezado. Faltan tan sólo unos días para las fiestas en honor de San Miguel y la Virgen de los Remedios, el último fin de semana de septiembre, y para que este pequeño pueblo acurrucado en el valle del río San Juan se llene de gente y de ambiente. Además de en las calles del pueblo, uno de los lugares en los que se centra la actividad es en la ermita de la Virgen de los Remedios, a unos kilómetros de casco urbano, junto a las peñas en las que habitan los buitres que sobrevuelan la procesión de la patrona.
Estas aves, los paisajes y la tranquilidad son algunos de los atractivos que presenta este pequeño municipio de escaso medio centenar de habitantes en el que el turismo ya ha comenzado a despertar con la apertura de algún establecimiento. «Tenemos los buitres al lado de casa. Es una maravilla. Abro la ventana y les veo y les oigo cantar en las peñas», destaca la alcaldesa, empeñada en revitalizar el pueblo.
«En mi cabeza tengo muchos proyectos», apunta Luisa González, dispuesta a explotar todas las posibilidades para atraer población. Ofrecer terreno para que al menos una empresa se instale en la localidad es una de las iniciativas. «Si hubiera ocho o diez chavales jóvenes aquí trabajando, tenía vida, para que mi pueblo no se muera», insiste la regidora.
Precisamente, la falta de oportunidades laborales frena las posibilidades de asentamiento de población y la ilusión de los jóvenes vinculados con el pueblo de regresar a Castroserna de Abajo. Por eso, otro de los proyectos que baraja el Consistorio es recalificar suelo para posibilitar la construcción de casas, ya que en el casco urbano no hay opciones.
Y es que son muchos los jóvenes que no pierden los lazos con el municipio y regresan siempre que pueden a él. Gracias a ellos, por ejemplo, se han recuperado las tradicionales danzas de paloteo perdidas en los últimos años. Ellos también han puesto en marcha una nueva asociación cultural, El Grillo, que programa más actividades durante las fiestas. Para que puedan tener un local en el que trabajar y reunirse, la alcaldesa reclama ayuda para habilitar un salón en la vieja fragua.
Pero no sólo los jóvenes se han unido, los mayores también han puesto en marcha la asociación La Cueva Grande, con casi doscientos socios, muchos más que habitantes tiene Castroserna de Abajo. Buena parte de la población ya es mayor, por eso están encantados con la puesta en servicio del transporte a la demanda a Sepúlveda. «Es muy útil, valiosísimo», subraya la regidora.
Es una mejora importante para Castroserna de Abajo, que continúa luchando por lograr que otros servicios también funcionen adecuadamente. Por el momento, aunque todavía no está operativa y después de muchas dificultades, han logrado que instalen una antena para tener cobertura de teléfono móvil.
Lo que todavía está pendiente es el acceso a Internet y la señal de televisión. La vieja antena que lleva la señal al fondo del valle está muy deteriorada, pero el Ayuntamiento está a la espera de que entre en funcionamiento la TDT para cambiarla, siempre que reciba ayuda.
Y es que todo se debe hacer con financiación exterior. Así, por ejemplo, tras años cerrado y declarado en ruina, se está rehabilitando el edificio del Ayuntamiento de Castroserna de Abajo.
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