Dos caras de una misma moneda

Mientras que unos pocos manifiestan abiertamente la existencia de la plaga, la mayoría de los albergues encubren el problema. Nadie duda de que los hospitaleros mantengan limpias sus instalaciones y de hecho, son los propios peregrinos los que alaban las condiciones en que se encuentran las instalaciones, pero los especialistas aseguran que dicha limpieza no evita la aparición de la plaga y mucho menos la puede llegar a erradicar.

Albergues del Camino de Santiago a su paso por localidades palentinas como Villafranca del Bierzo, Frómista, Calzadilla de la Cueza, Castrojeriz, Boadilla o San Nicolás del Real Camino, son algunas de las pocas instalaciones en las que se ha llevado a cabo una desinsección a manos de profesionales.

Chencho Barragán, responsable de la empresa Fuminox, asegura que los albergues en los que han tenido que fumigar estaban totalmente infectados. «Este tipo de plagas no tiene nada que ver con la limpieza. Es un bicho que está en el campo y lo transportan los peregrinos en sus mochilas o en cualquier sitio», asegura Barragán.

Por un lado, los hospitaleros de Carrión de los Condes aseguran que se está creando demasiada alarma social y que el tema «no es para tanto». Por otro lado, el responsable de Fuminox reitera que se trata de «un problema muy gordo» que está afectando a toda la Ruta Jacobea. ¿Los más perjudicados? Los peregrinos.

El representante de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, Cesar Acero, añade que por el momento es una cuestión que afecta principalmente a alojamientos pero afirma que «los peregrinos también se mueven en taxi, en tren o en avión», por lo que la plaga se podría extender a muchos otros lugares.