Figura del toreo

E s un genio. No hay otro calificativo que lo defina mejor. Es auténtico y genuino y ha llegado donde esta, a ser el mejor torero de todos con mucho trabajo. Sin tanta propaganda mediática como otros y con una técnica que le hace ser el más envidiado del escalafón. Reúne tantas y tantas y tan buenas características del toreo actual que lo hacen ser el número uno. Y tiene una cualidad que le pronostica un gran futuro en la cima, no va a ser, salvo catástrofe, flor de un día. No hace dos faenas igual. Tiene tal variedad de recursos que nunca aburre. Otras figuras cansan de tanto éxito, siempre tan similar. La gente que va a la plaza ya va sabiendo lo que va a ver. Con Perera la cosa cambia.

Combina faenas de valor, de temple, de arte, de casta, de poderío, de cualquier adjetivo torero que venga a la cabeza, porque en definitiva es eso, un torero. Y no va a morir de éxito, como tantos otros, es natural, sin alardes, se nota la forma en la que ha llegado hasta arriba. Resulta muy extraño que un figurón como él, en una plaza que no es la suya y que tampoco es talismán para él, brinde los dos toros al respetable. Un gesto extraño, pero que le honra.

Sin duda va a ser el triunfador de la feria. Todo un acierto de la empresa en darle dos tardes. Lo merece y ha puesto los mimbres para que el año que viene vuelva a tener otras dos o, ¿por qué no? un encierro con seis toros. Hace mucho que ningún espada se encela con una corrida para él solo en la plaza de toros de Valladolid y se lo ha ganado. El éxito está asegurado y, por lo comentado antes, no habrá lugar al aburrimiento. Estoy seguro que en cada toro hará una faena distinta y que dará una nueva lección de toreo, porque es todo un torero.