CÓMO COLOCAR PANTALLAS PLANAS

LAS pantallas planas de plasma se imponen cada vez más en el hogar. Ya sea en televisores o monitores para ordenador, son las más solicitadas debido al ahorro de espacio y a la calidad de imagen que ofrecen.

Sin embargo, a veces su instalación plantea problemas. Televisores que se escapan del campo de visión o monitores que restan movilidad en el escritorio de trabajo son los principales inconvenientes.

Para solucionar estos contratiempos, existen herrajes, sistemas de elevación, placas de fijación, brazos articulados o soportes giratorios. Con ellos, las pantallas se pueden fijar a la pared, al escritorio, a un mueble o colgar incluso del techo, según se prefiera.

El resultado son monitores planos que se fusionan con el entorno, sin sobresalir demasiado -algunos sistemas permiten ocultar las pantallas en el interior de los propios muebles-, y que se adecuan a las necesidades de cada momento.

Regular la altura del monitor resulta sencillo con estos sistemas, que pueden ser eléctricos o manuales. Hay que tener en cuenta, eso sí, el peso, la altura y la anchura máxima del monitor que son capaces de soportar.

Por lo general, estos mecanismos se atornillan a la pared o a un mueble, de ahí que sea importante verificar la resistencia del mecanismo y de la superficie en la que se instala.

En el lugar de trabajo o en el hogar, las pantallas planas para ordenador permiten liberar espacio en el escritorio. La empresa Häfele dispone de un sistema multidireccional para mover y rotar los monitores en todas direcciones. Se trata de Ellipta, un diseño ergonómico que consigue hasta un 40% más de espacio en comparación con un pedestal normal. «En la mayoría de los casos el espacio es como el tiempo, nunca se tiene suficiente», subrayan desde la empresa.

Conviene que estos soportes permitan girar el monitor, para retirarlo cuando no se esté trabajando con él. Si se prefiere, se puede optar por adaptadores que sujetan dos monitores en una misma placa, aunque también en este caso es importante conocer el peso máximo que soporta cada base.

Otra opción es recurrir a sistemas que ocultan la pantalla debajo del escritorio, mediante un mecanismo de elevación vertical, o detrás de un espejo o panel, gracias a una guía de desplazamiento horizontal.

Una vez que la pantalla está instalada en la pared, sobre todo cuando se fija un televisor de gran tamaño, lo más probable es que el cable del aparato quede a la vista hasta conectarse con el enchufe.

Para evitarlo, se pueden ocultar los cables en una canaleta que enlace directamente con la toma de televisión y pintarla del mismo color que el resto de la pared.

Otra posibilidad es guardar los cables en un tubo que llegue hasta un rodapié especial, hueco en el interior para ocultar los cables.

También existen molduras para el techo que cumplen la misma función. Algunos, los menos, optan por no considerar importante esconder los cables.