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El cantante Huecco, en un momento de su actuación anoche en el Pabellón Marta Domínguez. /FOTOS DE MERCHE DE LA FUENTE
Fiestas de san antolín

Ritmo pa' las caderas

El cantante Huecco actuó anoche en el Pabellón Marta Domínguez, en donde consiguió hacer bailar al millar de espectadores

MARÍA NIETO PALENCIA

Martes, 2 de septiembre 2008, 10:37

No llenó el Pabellon Marta Domínguez, en donde actuó anoche, pero hizo vibrar al millar de espectadores que no quisieron perderse la puesta en escena de este polifacético cantante, Huecco, que ha conseguido mezclar con acierto los más variados estilos musicales, que van desde el rock o el ska hasta la rumba o la cumbia.

El ex componente de Sugarless salió al escenario con algo de retraso, pero su caluroso saludo consiguió el perdón de los jóvenes asistentes, que estallaron cuando hizo su aparición. El cantante se mostró desde el primer momento muy participativo con el público, al que consiguió acompasar al ritmo de 'Mamba negra', canción con la que dio comienzo a su concierto en Palencia.

Huecco repasó muchos de los éxitos de su primer álbum, que lleva su mismo nombre, como 'Pa mi guerrera', 'No te lloraré' o 'Apache', con los que ya consiguió hace dos años, tras abandonar su antigua banda, conquistar a los aficionados de los más dispares ritmos.

También interpretó algunas de las canciones de su segundo y último disco, 'Assalto', como 'Mi bichitos', 'Reina de los angelotes', o 'Se me olvidó olvidarte', con el que Huecco está inmerso en una gira internacional que le llevará por distintos países de América Latina e incluso a Estados Unidos.

Y todo ello buscando la complacencia y la entrega del público entre tema y tema. Y lo consiguió, pues los asistentes respondieron dejándose llevar por la mezcla de sonidos y compases que marcaban las guitarras, el bajo y la batería, pero también la trompeta, el saxo y otros instrumentos de viento que el cantante traía consigo.

El artista madrileño derrochó energía y desparpajo sobre el escenario del Pabellón Marta Domínguez, como es habitual en él, e incluso consiguió que hasta los más retraídos despegasen los pies del suelo. Y es que si por algo son acertadas sus impensables fusiones musicales es porque consiguen que nadie se quede quieto, que nada suene a hueco.

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