Los autores del tiroteo de 'La Rosaleda' confiesan el crimen y aceptan penas que suman diez años
AGENCIAS |
Lunes, 11 de febrero 2008, 19:03
Los acusados por el tiroteo registrado en octubre del 2006 en la discoteca 'La Rosaleda ' de Valladolid, Luis Carlos D. L. y Alfredo M. L, han reconocido su participación en los hechos y aceptado las penas que les han impuesto: nueve años de cárcel para el primero de ellos y un año de privación de libertad y doce días de localización permanente para el segundo.
Además, los dos jóvenes deberán indemnizar con un total de 25.466 euros, a partes iguales y en un plazo no superior a 24 horas, a los dos porteros que resultaron heridos y al Sacyl por los gastos sanitarios ocasionados.
Ésa será la condena que finalmente imponga la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, que fue pactada minutos antes del juicio entre los dos procesados y sus víctimas, según han informado fuentes jurídicas.
Al comprometerse los dos acusados a hacer frente al pago de las indemnizaciones, la representante del Ministerio Fiscal y el acusador particular han incluido la atenuante de arrepentimiento por reparación del daño causado, lo que ha supuesto una rebaja de las penas solicitadas para ambos jóvenes.
En el caso del colombiano Luis Carlos D. L, autor material de los disparos, las acusaciones han rebajado de dieciséis a nueve años las penas solicitadas, mientras que para su compañero de banquillo la pena pedida ha quedado en un año por amenazas y otros doce días de localización permanente por una falta de lesiones.
Discusión a las puertas de la discoteca
Los hechos se produjeron en la madrugada del 21 de octubre en la discoteca 'La Rosaleda ', cuando los dos procesados y una amiga se disponían a entrar en la sala y los porteros les impidieron el paso y les pidieron 25 euros a cada uno. Aunque en un principio abonaron a regañadientes tales cantidades, poco después volvieron a discutir con los porteros y éstos, tras devolverles el dinero, les echaron a la calle y utilizaron contra ambos términos racistas, siempre según la versión de los acusados.
Fue a las puertas de la discoteca cuando la discusión subió de tono. Así, Luis Carlos D. L. se acercó al vehículo que tenía aparcado en las inmediaciones y volvió provisto de un revólver que utilizó inicialmente Alfredo M. L. para golpear con la culata a uno de los porteros, si bien luego el arma volvió a manos del colombiano, quien disparó a los dos trabajadores del local.
Fruto de los disparos, uno de los porteros, Andrius K, de 25 años, recibió un tiro en el muslo derecho y el otro, Manuel Javier F. M, de 33, resultó herido en la región inguinal.
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