
FERNANDO CABALLERO
Lunes, 4 de febrero 2008, 09:48
Las ermitas constituyen pequeños templos que tienen un gran valor sentimental, más allá del artístico. Tanto en el medio rural como en el urbano, las ermitas acogen tallas a las que se venera con una gran devoción y con mucho fervor popular. A lo largo de los siglos, muchas ermitas han desaparecido por falta de recursos para acometer las necesarias reformas, que son muchas al tratarse generalmente de construcciones frágiles, casi siempre de adobe y con una cubierta de madera fácilmente pasto de las llamas.
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No obstante, en los últimos años, la conservación de este tipo de templos se ha convertido en una prioridad. Sus propietarios, la Diócesis o las cofradías, han insistido mucho para evitar que no se caigan. En este sentido funciona desde hace varios años un acuerdo entre la institución eclesiástica, la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial para financiar el arreglo de ermitas que no están declaradas bien de interés cultural (BIC). Además de este programa en el que intervienen las tres instituciones, el Servicio Territorial de Fomento de la Junta de Castilla y León en Palencia ha intervenido en los últimos dos años en trece ermitas de la capital y de la provincia, siete en el 2006 y seis el año pasado. La inversión global de las actuaciones es de 420.000 euros.
El principal motivo de arreglo de estas ermitas es la cubierta. El mal estado de los tejados facilita el acceso al interior del agua de las lluvias, lo que genera humedades en otras partes del edificio, como en las paredes o en el mobiliario. Es el caso de la iglesia de San Gregorio de Villaumbrales, cuyas obras, con un coste de 30.000 euros, se centraron en la reparación de la cubierta, retejándose en su totalidad y reparándose los caballetes. El grueso de la intervención en esta ermita se centró en la zona de la sacristía y en el local social anejo. En estas dos zonas se ha realizado un tejado nuevo, con estructura de madera y teja recuperada. Asimismo se ha realizado el techo interior y colocado un nuevo pavimento. La actuación se completó con la reposición de los canes del tejado dañados y la colocación de peldaños de piedra a la entrada.
Otra de las ermitas en las que ha intervenido Fomento es la de Nuestra Señora de los Barrios de Osornillo, que ha tenido un presupuesto de 20.499 euros. El mal estado de la ermita, provocado por las goteras, hacía necesarias las obras de reparación en el edificio, que consistieron en la reparación general del tejado, con reposición de correas y el entablado necesario; la colocación de placas tipo 'onduline' bajo-teja; la cobertura con reposición de las tejas necesarias y la colocación de canalones de recogida de aguas pluviales. Los trabajos se completaron con la pintura de techos y paredes, el barnizado de madera del coro y la colocación de ventanas con vidrieras, la pintura exterior y el zócalo interior de piedra.
La ermita de la Virgen de Belbis de Hornillos de Cerrato se restauró con un presupuesto de 29.945 euros. Los trabajos de restauración consistieron fundamentalmente en la reparación de la cubierta de la ermita mediante la reposición de toda la tabla y teja deteriorada, así como la aplicación de mortero en los caballetes, remates laterales del tejado, boquillas y peto de respaldo de la campana. También se reparó la espadaña de la campana, la colocación del suelo, una puerta de madera de cubija en la entrada y la sustitución de dos ventanillos. Los trabajos se completaron con el pintado interior de la ermita. También en el Cerrato se encuentra la ermita de Nuestra Señora de los Remedios de Tabanera, cuyo arreglo ha supuesto una inversión de 30.000 euros. El grueso de la intervención se centró en la reparación de la cubierta, para lo que ha sido necesario disponer de un andamiaje perimetral que garantizase las condiciones de seguridad y permitiera trabajar sin dañar el artesonado. También se realizó un zuncho en la nave principal y en la torre, así como una estructura de sujeción del tejado y un alero nuevo de madera.
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Porche de entrada
Por su parte, los trabajos de restauración de la ermita de Castrillo de Onielo, que costaron 30.000 euros, consistieron en el arreglo de la cubierta y en la realización del porche de la entrada. Para la reparación de la cubierta fue necesaria la instalación de vigas de madera y tarima vista, la colocación de 'onduline' y teja árabe, el emboquillado y el remate de aleros y la realización de caballetes.
Otra de las pequeñas iglesias que se han arreglado en los últimos meses es la del Humilladero de Villerías de Campos, por un importe de 30.000 euros. Con el fin de frenar su progresivo deterioro, se están acometiendo trabajos de enrastrelado. También se modificó el faldón de la cubierta para evitar el desagüe por debajo del edificio colindante.
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La única iglesia de la capital palentina en la que Fomento ha intervenido al margen del convenio con la Diputación y el Obispado es La Soledad, propiedad de la cofradía penitencial del mismo nombre. A raíz de los efectos de un rayo fue necesario reparar toda la cubierta y el cimborrio que la corona, con un presupuesto de 30.000 euros. Un incendio se registró mientras se hacían estas obras.
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