Zapatero explicará en el Congreso el caos por las obras del AVE en Barcelona

Esta vez sí. José Luis Rodríguez Zapatero comparecerá en el Congreso para hablar sobre los problemas de las infraestructuras ferroviarias en Cataluña. El presidente del Gobierno -presionado por PP, CiU y los socios de los socialistas en el gobierno de la Generalitat, ERC e ICV- presentó a última hora de ayer una solicitud en la cámara baja con la que se compromete a rendir cuentas sobre las incidencias registradas en las obras de construcción del AVE a Barcelona y la interrupción de varias líneas del servicio de Cercanías. La junta de portavoces será la encargada de poner fecha a esa comparecencia que se producirá, previsiblemente, el miércoles 31 de octubre.

Mientras tanto, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, pidió de nuevo ayer «paciencia» a los ciudadanos catalanes, afectados por los problemas en Cercanías provocados por las obras del AVE. Álvarez reclamó serenidad y recordó que las incidencias en las infraestructuras son consecuencia irremediable de la mejora de las actuales conexiones ferroviarias y de la llegada de la alta velocidad a la ciudad condal. «La única prisa que puede haber es darle el mejor servicio al ciudadano cuanto antes», afirmó en una comparecencia en Málaga. Por su parte, el secretario de Infraestructuras, Víctor Morlán, ha dicho que no puede concretar el tiempo máximo que estarán cortadas las líneas 2 y 10 de Cercanías y sólo ha reiterado que el tiempo mínimo será de una semana.

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, exigió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que comparezca en el Congreso para dar cuenta de la situación así como el cese inmediato de Magdalena Álvarez. Para el popular, la actuación del Ejecutivo supone «una falta de respeto hacia los ciudadanos», dijo.

Renfe ha habilitado una flota de doscientos autobuses. Unos autocares que suplen el servicio de varias líneas de Cercanías que la empresa se vio obligada a suspender o a recortar de forma drástica tras producirse el pasado sábado un deslizamiento de tierras en un túnel de Ferrocarriles de la Generalitat (FGC). El corrimiento fue provocado por las obras del AVE. Los problemas ferroviarios en la ciudad de Barcelona y sus alrededores, que podrían obligar a aplazar la llegada del AVE Madrid-Barcelona -comprometida por el presidente del Gobierno para el próximo 21 de diciembre- se complican, y las medidas puestas en marcha por el operador público no convencen a los usuarios. Por el momento, las restricciones se prolongarán durante al menos una semana en el caso de Cercanías y durante un mes en el de los FGC.

Atascos

Durante la jornada de ayer se formaron largas colas en los puntos en los que los autocares recogían a los viajeros, que criticaron una notable falta de información. El tráfico rodado en la ciudad condal también se vio afectado, al generarse atascos de hasta once kilómetros de longitud en algunas carreteras, que se vieron invadidas de conductores al volante de sus coches particulares.

Ante el cierre de su transporte público habitual, muchos usuarios han echado mano del vehículo privado para desplazarse. El resultado ha sido que el tráfico ha aumentado un 10% en la ciudad.

Renfe ha habilitado un teléfono gratuito de información ciudadana (902 202 220) para que los afectados puedan conocer el estado de la red. Eso sí, la empresa descarta la gratuidad de los billetes, algo que algunas voces han reclamado en los últimos días.

La ministra de Fomento subrayó que no se pueden parar las obras del AVE porque el tren «siempre va a pasar por el mismo sitio, que ya está decidido». Álvarez explicó que en las obras del tren de alta velocidad «trabajan muchas personas y muchos responsables y se pueden producir incidentes como los actuales». Destacó, además, que su departamento ha sido transparente al anunciar a la ciudadanía que la llegada del tren a la ciudad condal iba a ser compleja y que existía el riesgo de que las labores se complicaran.

Indignación

Pero los barceloneses han colmado ya su paciencia. Una situación que algunos partidos aprovechan para intensificar sus críticas al Gobierno. El consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, mostró su indignación por la situación que viven las infraestructuras ferroviarias en la región.

Desde el PP catalán, su presidente, Daniel Sirera, exigió al presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla, la constitución de un gabinete de crisis para afrontar la «catástrofe social» que genera la interrupción del servicio de Cercanías. El PP, así como CiU, han reiterado en los últimos días su petición de dimisión de la ministra Magdalena Álvarez.