Este tiempo está loco, ¿o no?
Diez seguidos de niebla, otros diecisiete de heladas, un mes sin llover y un año muy cálido que no lo fue tanto marcan los últimos registros meteorológicos en Valladolid
J. Sanz
Jueves, 15 de enero 2015, 08:35
Las nieblas se esfumaron por fin ayer gracias a la llegada de un frente frío que borró de un plumazo las brumas que han envuelto sin tregua a la capital, y a la provincia, desde la víspera de Reyes. La borrasca, que alcanzará de lleno Valladolid en la tarde de este jueves, traerá como novedad precipitaciones en forma de lluvia es improbable que nieve justo un mes después de que cayera la última gota en diciembre.
Solo será un espejismo, ya que las previsiones apuntan a que después dejará de llover y, en principio, tampoco nevará a pesar de que la cota bajará hasta rozar la altitud de la capital (690 metros) el fin de semana.
El frente frío, como curiosidad, elevará ligeramente las temperaturas gracias a la ausencia de nieblas, lo que supondrá máximas diurnas más elevadas y heladas similares a las registradas en lo que va de año. Las brumas han provocado precisamente que el arranque de 2015 sea algo más gélido de lo habitual al dejar una temperatura media de apenas 1,2 grados la media habitual de enero es de 4 grados.
Sin interrupción desde el día 5
La jornada más fría de lo que va de invierno se registró el día de Reyes, cuando la temperatura media de la jornada fue de -1,9 grados con una máxima de tan solo -0,1. Una jornada antes, el día 5, comenzaron las brumas que vienen acompañando a la ciudad desde entonces y que el miércoles al mediodía se levantaron por fin. Esa misma madrugada se registró una mínima de 3 grados para cortar una racha de 17 jornadas consecutivas de heladas, que comenzó el 28 de diciembre.
«Estas jornadas de niebla son habituales en esta época cuando se mete el anticiclón, pero las diez jornadas consecutivas que llevamos hasta ayer están muy alejadas de las que se vivieron en eneros como el 1993, cuando se registraron 13 días consecutivos y 23 en todo el mes», explica el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Juan Pablo Ortiz de Galisteo, quien recuerda que la media habitual de días de niebla del mes se sitúa en 11 jornadas.
El récord absoluto de días de bruma consecutivos, nada menos que 19, tuvo lugar entre el 19 de diciembre de 1988 y el 6 de enero de 1989. «Es un fenómeno normal hasta estas fechas, ya que a partir de ahora los días comienzan a alargarse y el sol tiene más fuerza, lo que hace que las nieblas, aunque aún puede haberlas, se disipen antes», añade el responsable regional de la Aemet.
En cuanto a las heladas, tampoco los 17 días consecutivos con el mercurio bajo cero han supuesto récord alguno. Este se registró entre 1975 y 1976, cuando heló durante 40 días seguidos.
Una máxima de 10,6 grados
Pero las altas presiones propias del anticiclón pasarán a la historia temporalmente a partir del jueves, cuando una borrasca atravesará la península y provocará «un cambio de tiempo a peor en el conjunto del país». Esta situación, sin embargo, apenas se dejará sentir en la provincia. «Las nieblas han provocado que aquí haya hecho mucho más frío que en el resto de provincias, con jornadas con temperaturas medias bajo cero, y por eso se notará muy poco la bajada generalizada de las temperaturas» que sí se producirá en el resto de la geografía nacional.
Así que las temperaturas medias serán hoy, incluso, más elevadas en la provincia, aunque tampoco hay que engañarse y el frío seguirá siendo el protagonista con mínimas bajo cero y máximas que oscilarán entre los 4 y los 5 grados a partir de mañana. Todo ello, eso sí, con algunas tardes, para variar, soleadas. Ayer, al menos, lució el sol y el mercurio ascendió hasta los 10,6 grados.
Un mes sin precipitaciones
Lo que no cambiará demasiado, al menos a corto plazo, es la ausencia de lluvias y de nieve a partir del viernes hay cierta probabilidad de nevadas débiles que viene marcando el presente invierno, que ya dejó un diciembre más que seco, en el que solo se recogieron 7,2 litros por metro cuadrado lo habitual son 56, y en el que el último día que se registraron precipitaciones fue el día 16. Después llegó la niebla y se sucedieron hasta 11 días consecutivos (hubo 14 jornadas en total) de brumas que solo se interrumpieron a comienzos de enero.
«Van a bajar las temperaturas en general y también la cota de nieve, pero en Valladolid, en principio, salvo la lluvia prevista para la tarde del jueves, no está previsto que se produzcan precipitaciones en forma de nieve», reitera Ortiz de Galisteo.
Las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología apuntan, además, a que las precipitaciones serán más bien débiles y señalan que caerán, en principio, entre uno y cinco litros por metro cuadrado. Poca cosa para una capital que está a punto de cumplir un mes sin ver llover en un invierno más frío y más seco de lo habitual y que estuvo precedido por el otoño más cálido de la historia y por el tercer año, en su conjunto, más caluroso desde que hay datos fiables en la década de los años cincuenta, según los datos facilitados ayer por la Aemet.
2014 fue el tercer año más cálido
Un diciembre más frío de lo habitual y, en especial, una última quincena más gélida aún debido a las persistentes nieblas que cubrieron durante catorce días impidieron que el año pasado concluyera como el más cálido de la historia en Valladolid. Y todo por un par de décimas. Así que 2014 se situó, al final, como el tercero más caluroso desde que hay datos fiables con una temperatura media de 13,6 grados, un honor que comparte con 1989. El primer lugar, con 13,8 grados, lo ostenta 2011 y el segundo escalón, también compartido y con 13,7, lo ocupan los años 1995 y 1997, según los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología.
El año pasado, pese a todo, dejó efemérides para la historia, como el otoño más caluroso de la historia, con una temperatura media de 15,5 grados (2,6 por encima del habitual) gracias, en especial, a un mes de octubre extremadamente cálido (ese mes concluyó con 16,7 grados de temperatura media).
Pero después llegó diciembre, y con él las nieblas, que fueron las responsables de que este mes fuera, al contrario, más frío de lo habitual con una temperatura media de 4,3 grados, muy alejada, eso sí, del diciembre más frío, que fue el de 2001, con 1,3 grados de media.
Así que las brumas impidieron que 2014, como venía siendo hasta mediados de diciembre, fuera el más caluroso en Valladolid. Tampoco lo fue en España fue el segundo más cálido con 15,96 grados (16, en 2011) ni en Castilla y León ocupa el quinto lugar con 12,6 grados (12,8, también en 2011.
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