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Franciasco Rico. Gabriel Villamil
«En el texto del ‘Quijote’ hay muchas cosas por descubrir, mucho misterio»

«En el texto del ‘Quijote’ hay muchas cosas por descubrir, mucho misterio»

El filólogo y académico Francisco Rico habla este miércoles de la obra de Cervantes en la Sala Ex.Presa de Segovia

Carlos Álvaro

Martes, 31 de enero 2017, 13:24

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El Aula de Cultura de El Norte de Castilla viaja a Segovia, donde este miércoles intervendrá Francisco Rico (Barcelona, 1942), filólogo y académico de la Lengua, experto en el Quijote, obra cumbre de la literatura en castellano. Su conferencia Don Quijote, 1616, o la gloria de Cervantes promete ser una interesante disertación sobre la segunda parte del Quijote, que Cervantes vio publicada en 1615. La conferencia, organizada por el Aula de Cultura de El Norte de Castilla con la colaboración del Ayuntamiento de Segovia, tendrá lugar en la Sala Ex.Presa a las 19:30 horas.

Un libro con dos partes muy distintas, ¿verdad?

Sí. La segunda parte es muy distinta de la primera. Para empezar diré que, respondiendo a los deseos del público y no por voluntad propia, Cervantes se centró exclusivamente en Don Quijote y Sancho. Pero también es importante saber porque es otro de los elementos fundamentales de la segunda parte que, así como en la primera Don Quijote imita a los libros de caballería, en la segunda son las gentes que los rodean las que imitan las aventuras de Don Quijote. De hecho, algunos de los personajes que aparecen han leído el libro y reconocen a Don Quijote. Su fama es inmensa y la de su autor, Cervantes, también. Cervantes, que era justamente muy vanidoso, juega muy bien con esto, porque cada vez que un personaje de la novela reconoce a Don Quijote o a Sancho Panza, o habla del libro, el autor está diciendo: qué guapo soy, todos me conocen, todos me elogian.

¿Se puede leer la segunda parte sin haber leído previamente la primera?

Por supuesto, y para ciertos lectores es preferible que así sea porque, conociendo como conocen, a grandes rasgos, la primera parte, leer la segunda les permite encandilarse con los personajes y abordar después la primera con más facilidad.

¿A usted cuál le gusta más?

La primera. Es más vigorosa, más inesperada, y representa mejor la idea de Cervantes, contenida, en cierto sentido, en un verso famoso en el siglo XVI, Et per tal variar natura è bella, que viene a decir que la naturaleza es bella por su variedad.

¿Qué es lo que movió a Cervantes a escribir la segunda parte?

Sin duda la insistencia del editor y la confianza de que ello le proporcionaría unos dineros, de los que siempre estaba necesitado, aunque no se apresuró en absoluto, pues esperó diez años para explotar el éxito que había obtenido con la primera, publicada en 1605.

Claro, en 1615 el Quijote ya se había leído mucho...

Se había leído mucho y se había oído mucho, porque por aquel entonces se leía en voz alta y no había casi lectores individuales. Se leía en grupo. Los pajes el propio Cervantes lo cuenta se reunían en corro, de forma que cada ejemplar tenía varios lectores, en voz alta, y lo oían muchos más. Cada ejemplar podía dar pie a decenas de lecturas.

¿Hay algo del Quijote que todavía se le escape?

Pues casi todo, casi todo.

Siempre hay algo por descubrir.

Hay muchos misterios, sí, sobre todo textuales. Me consta que la imprenta cortó pasajes, pero no podemos restituir el original. Con toda seguridad, falta texto. Como todos los libros de la época, el Quijote fue maltratado por la imprenta. Y no me estoy refiriendo solo a las erratas. En muchas ocasiones, para calzar una página, cortaban o añadían palabras a su conveniencia.

Eso es complicado de averiguar.

Suele notarse mucho que han cortado, pero no se sabe qué es lo que han cortado. En la tercera edición y esto era fácil de comprobar porque teníamos como referencia las dos ediciones anteriores llegaron a cortar hasta diez líneas para calzar una página. Así que lo mismo harían en la primera edición, pero en este caso nunca podremos saber lo que añadieron o lo que quitaron.

Y de Miguel de Cervantes, ¿también lo sabe todo?

De Cervantes yo no sé nada, no soy cervantista, soy editor del Quijote, filólogo. A mí lo que me interesa es el texto. A Cervantes lo conozco, pero no es mi ocupación. Yo soy un restaurador del Quijote porque me encargo de restaurar el texto como el restaurador se encarga de restaurar un cuadro. El trabajo del restaurador no es escribir la biografía del pintor del cuadro que restaura.

Usted ha dicho que Cervantes es el español más grande de todos los tiempos.

Sin duda alguna, el mayor, el mejor, porque es el que durante cuatrocientos años ha proporcionado mayor felicidad a mayor número de personas en todas las lenguas.

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