Los principios inalterables

Si no han visto o no recuerdan Sopa de ganso, Groucho Marx interpretaba a Rufus T. Firefly, un personaje tan extraño como su nombre que llegó a ser presidente de un país llamado Libertonia y que en el surrealismo creativo delirante de los hermanos Marx logra esquivar intentos de secuestro de la nación rival Sylvania. La genialidad hilarante del hombre del mostacho y del puro inspira a unos chicos de Aranjuez que, como decía Groucho, tienen sus principios, aunque en su caso no los cambian por otros. Sus axiomas son inalterables, salvo por el reconocimiento creciente y su cotización al alza en el escenario de la música alternativa española.

Esos principios concuerdan y casan con los del festival Winter Indie City. El WIC encara la segunda parte de su sexta edición con el concierto de la banda madrileña, una promesa que ya es toda una realidad contundente, como se reveló en la popular y abarrotada plaza del Trigo, en la última edición del Sonorama de Aranda de Duero. Triunfales.

El ciclo segoviano los ha captado para la causa. Gran fichaje para un festival que, tras seis años, vive en un constante apogeo, en un cuarto creciente de renombre y predicamento. Mañana sábado, a las 22 horas, la sala Beat Club de la ciudad acogerá el rock lisérgico, que no denso, de Rufus T. Firefly, en cuyo sonido se aprecian retazos de Spaceman 3, Mercury Rev, Radiohead o los granadinos Lagartija Nick.

El curso 2015 ha sido el gran año del quinteto. El de su despegue para afianzar sus principios sonoros. Además de alumbrar su tercer trabajo largo, Nueve, bautizado así por los años que llevan en el tajo de la independencia patria. Como ellos mismos admiten, publicaron este álbum «con la fe más ciega del mundo en el disco que ningún sello se atrevía a publicar». Esa tenacidad y confianza los empareja al tesón del Winter Indie City segoviano.