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JORGE MORENO
Sábado, 8 de junio 2013, 14:22
El subdelegado del Gobierno en Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo, salió ayer en defensa del Plan de Racionalización de Servicios Ferroviarios, puesto en marcha el pasado día 2 de junio por Renfe, argumentando que la supresión de las frecuencias en algunas de las líneas que transcurren por la provincia «es menos radical que el que proponía el anterior Gobierno socialista. No se suprimen paradas y lo único que se hace es modificar las frecuencias en las que hay menos tráfico de pasajeros», dijo.
Bermejo consideró que cargos políticos de la oposición (PSOE e IU) estaban actuando de forma «demagógica y partidista» por esta racionalización. «Este Plan lo comenzó planteando el Gobierno anterior, que encargó un estudio al Ineco, en donde se plasmaban respuestas más duras sobre la rentabilidad de determinadas líneas. De hecho, fue en el año 2010 cuando se suprimió el servicio entre Madrid-Aranda-Burgos esgrimiendo que había menos de 5 pasajeros en esa línea».
El subdelegado del Gobierno recordó que con este Plan de «menos calado» de Renfe, la línea de Medina del Campo a Valladolid pasará de los 259 servicios ferroviarios mensuales a los 220 (unos 40 trenes diarios en ambos sentidos).
Bermejo insistió en que el Ministerio de Fomento mantiene el compromiso de garantizar la movilidad de los ciudadanos en aquellas poblaciones que se vean afectadas.
«El ajuste era necesario porque la baja ocupación de los trenes supone miles de euros de déficit al año para Renfe, que se detraen de otros servicios públicos como son la sanidad, la educación o los servicios sociales», justificó el subdelegado.
Respecto a los municipios de la provincia, como Viana, Matapozuelos, Valdestillas o Pozaldez, que han visto como algunos de los trenes han dejado de parar, Martínez Bermejo señaló que «a todos nos gustaría que existieran las mismas frecuencias, pero las paradas siguen estando. La reorganización de Renfe finalizará el 30 de junio y hasta entonces cabe la posibilidad garantizar el servicio público y la movilidad. El Ministerio de Fomento se ha comprometido a que si hay ciudadanos que se ven perjudicados por encima del 10% de la ocupación se buscarán alternativas con trenes de Larga Distancia o por medio de autobuses, cuyo gasto sería aportado por Fomento. Renfe está estudiando las propuestas de los sindicatos que sean viables», apostilló.
El subdelegado del Gobierno recordó, no obstante, que en algunos trayectos «cada asiento de tren que va vacío nos cuesta unos 300 euros».
10.000 firmas en contra
Durante la jornada de ayer, los sindicatos continuaron con su campaña de oposición a la supresión de trenes. Delegados sindicales del Sector Ferroviario de UGT se concentraron frente a la sede de la Consejería de Fomento en la capital, para entregar 10.000 firmas recogidas durante las últimas semanas contra los planes de Renfe.
Las firmas se han recogido en toda la comunidad y con ellas se pretenden «forzar a la Junta» para que tenga una posición más activa en la defensa del ferrocarril. Al acto acudieron alcaldes, como el de Puebla de Sanabria, José Fernández, y el diputado del PSOE por Zamora y exministro del Interior, Ignacio Camacho.
Esta semana, UGT y CC OO han anunciado que pedirán a los ayuntamientos que presenten mociones en contra, y han elaborado un manifiesto contra el desmantelamiento abierto a todos los colectivos.
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