Un trámite y cada uno a lo suyo

El Cuatro Rayas Valladolid volvió a ser goleado por el Barcelona en un partido en el que los vallisoletanos plantaron cara con un juego arriesgado contra un rival infinitamente superior. El equipo azulgrana es una máquina de jugar al balonmano y no perdona los errores; en el día de ayer, los de Juan Carlos Pastor cometieron demasiados en ataque con un porcentaje en acierto del 43% y muchos balones perdidos que propiciaron que el Barcelona anotara diez goles de contragolpe.

Por otra parte, los culés gozaron de la sensacional actuación de su portero, Saric, con 17 paradas, incluido un penalti. El meta bosnio tuvo buena culpa de que los vallisoletanos solo anotaran seis goles en toda la segunda parte. Sus once paradas en este tramo fueron determinantes. Otro de los protagonistas fue el bielorruso Rutenka, que se dio un festín con nueve tantos siendo el causante de que el Barça se pusiera por delante en el marcador, después del buen inicio del conjunto castellano.

Fernando, con un penalti, y Porras, desde los seis metros situaron un 0-2 de inicio a los tres minutos de juego. El conjunto pucelano supo atacar de inicio la defensa 5-1 de su rival, buscando a su pivote como primer recurso ofensivo. El Barcelona situó en defensa a Noddesbo muy pendiente del máximo anotador forastero, Eilert, y eso originó que, a medida que pasaban los minutos, se hiciese más difícil anotar para los de Pastor. Los culés remontaron con un parcial de 3-0 (3-2, m. 6). Rutenka ofrecía todo su repertorio de recursos para anotar cuatro de los últimos cinco goles de su equipo. Cuatro Rayas Valladolid resistía con los goles de Krivokapic y Porras (9-6, m. 13). Pero los catalanes mejoraron su defensa 6-0, provocando numerosas pérdidas de balón de su rival lo que le permitió salir al contragolpe, con Morros y Noddesbo anotando en solitario (14-8, m. 24).

El acierto de Saric ya se dejaba notar en el luminoso, aunque los de Pastor no le perdían la cara al encuentro (15-11, m. 28) tras un penalti anotado por Fernando. Los dos últimos minutos fueron determinantes. Unas decisiones polémicas de los colegiados propiciaron un parcial de 3-0 al contragolpe (18-11).

Arrollador

Si el final del primer tiempo fue duro para los de Valladolid, peor fue el inicio de la segunda parte, que también empezó con un parcial de 3-0 que situaba al Barcelona diez goles arriba (21-11). El cuadro local no levantaba el pie del acelerador mientras los de Pastor se veían impotentes para aguantar el ritmo

Rutenka volvía a aparecer como artillero poniendo 14 goles de margen en el marcador (26-12, m. 39). El equipo pucelano, con muchos cambios en sus filas, no encontraba el camino del gol y los tantos llegaban con cuenta gotas desde los laterales. Sin embargo, su oponente, ante esta situación, no lo tuvo demasiado complicado para seguir sumando (29-13, m. 44). Saric continuaba con su recital y, en los últimos minutos, tanto el Cuatro Rayas como el Barcelona dieron entrada a sus jugadores menos habituales, premiando Pastor el trabajo de jugadores como Lacasa, que anotó un gol, y Roberto Pérez. Montoro, con dos tantos, encumbraba a los suyos en su máxima renta (32-15, m. 55) antes del resultado definitivo .

Al final, el 35-17 refleja la diferencia entre ambos conjuntos en un partido de mero trámite para ambos, que ahora podrán volver a sus verdaderos objetivos: La Champions y la permanencia.