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Especial Municipalismo: Memoria viva de Castilla y León

Cuelgamures: cerros y valles que atraen al hombre desde la Prehistoria

Población milenaria. El yacimiento eneolítico hallado en el Teso del Moral y los restos de una villa tardorromana atestiguan el asentamiento de población en Cuelgamures desde muy antiguo

Alicia Pérez

Zamora

Viernes, 3 de junio 2022

Es Cuelgamures una tierra fértil y rica en agua, con arroyos como el Montoya, cerros, bosques y fuentes que llegan hasta nuestros días, como el popular caño, al que todavía hoy se va a buscar agua desde diferentes puntos de las provincias de Zamora y de Salamanca.

El hombre ha encontrado desde los primeros tiempos en Cuelgamures, en plena Tierra del Vino, cerros como defensa y valles como recurso. Estas tierras fértiles y de abundante caza han atraído población desde bien antiguo, ni más ni menos que desde la Prehistoria. Así lo atestigua el poblado eneolítico que estuvo asentado en la cima del Teso del Moral y los restos de una calzada y de una villa tardorromana encontrados en el paraje de Las Panaderas.

Municipio cerealista, con abundantes huertos, es famosa la calidad de sus ajos, que le sitúan como una de las zonas de referencia de este cultivo en Castilla y León.

En la cima del Teso del Moral, un alto situado a 500 metros del actual núcleo urbano y muy próximo a la carretera de Cuelgamures, se encuentra el yacimiento del poblado eneolítico. Una excavación desarrollada en 1975 documentó el hallazgo de abundantes restos, la gran mayoría cerámicos y faunísticos.

Fechas clave

  • Prehistoria: En la cima del Teso del Moral de Cuelgamures estuvo asentado un poblado eneolítico. Una excavación desarrollada en el yacimiento encontró abundantes restos, la mayoría cerámicos y faunísticos.

  • Siglo IV: De época tardorromana son una villa y una calzada romana que se situaban en el paraje de Las Panaderas, donde han aparecido piezas como molinos de mano.

  • 1143: La existencia de Cuelgamures aparece en una donación del rey Alfonso VII de León y lo hace bajo el nombre de Colga Mures, que apunta a la existencia de cuevas donde se colgaban los murciélagos.

Destaca entre los restos de fauna la gran abundancia de caprinos que, al estar alejados de su hábitat natural, parecen indicar que se había llegado ya en este poblado a un grado de domesticación de estos animales, lo que se documentó por primera vez en un poblado eneolítico de la meseta septentrional. Este asentamiento indica que los terrenos eran provechosos.

El momento de mayor esplendor de la comarca de Tierra del Vino empieza con la época romana y la creación de la Vía de la Plata, una de las redes viarias más importantes de la época para todo tipo de comercios y que estaría vinculada con los hallazgos en la zona.

En la Edad Media, la localidad quedó integrada en el Reino de León. Su existencia aparece en una donación del rey Alfonso VII de León del año 1143 y lo hace bajo el nombre de Colga Mures, que apunta a la existencia de cuevas donde se colgaban los murciélagos para descansar.

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