«El tóxico se reactivó hace 10 años. Desde entonces mi vida se ha parado»

Gloria San José es un ejemplo de la imprevisible evolución de este mal. Su madre utilizó apenas medio litro de una garrafa de cinco comprada en el barrio de Pajarillos (Valladolid). Ella logró llevar una vida normal. «Hace como 9 o 10 años mi vida se paró. Averigüé que el tóxico se había activado otra vez». Ahora padece una 'pluripatología que se resume en que «mi organismo se ha vuelto loco».

Asegura haberse encontrado con médicos que le preguntan de qué se queja. Lo achaca al escaso o nulo conocimiento de los facultativos sobre el síndrome tóxico. «Es cierto que estamos olvidados. Parece que esto no existió, a la gente se lo mientas y ni le suena... aunque nosotros estamos hechos una mierda».

Ha tenido que dejar su trabajo en Geriatría y su vida son «23 pastillas diarias y el hígado que se está destrozando». Un bastón le ayuda a andar. Muestra un sentimiento de «tristeza e impotencia porque alguien se hizo rico y nosotros estamos olvidados». Por eso quiere que «nuestra realidad salga a la luz de nuevo y volver a unir a los afectados».