La plaza de la Siega reverdece y dice adiós a su frío aspecto de hormigón
El ajardinamiento del espacio, que nació hace un cuarto de siglo en Huerta del Rey, incluye nuevos bancos y arbolado y una mejora de su accesibilidad
Los trabajos de remodelación de la plaza de la Siega, un amplio espacio de aspecto más que gris creado a finales del siglo XX, cuya ... reforma llevaban años reclamando los vecinos, acaban de concluir y muestran ya un cambio de imagen más que llamativo con la ampliación de sus alcorques, la apertura de nuevos espacios ajardinados, la colocación de bancos y, sobre todo, una más que notable mejora de su accesibilidad.
El frío aspecto que conferían sus losetas de hormigón queda ahora mitigado con un evidente reverdecimiento de las zonas estanciales de la plaza, que alberga en dos de sus laterales la parroquia de Nuestra Señora del Henar (2000) y la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez (2011), fruto de una intervención comprometida por el Ayuntamiento hace dos años, en respuesta a una reivindicación histórica de los vecinos, que se ha materializado en los últimos tres meses. Los trabajos, de hecho, se anunciaron coincidiendo con el décimo aniversario de la escuela.
La reforma fue comprometida hace dos años y responde a una reivindicación histórica de los vecinos
Las obras han concluido esta misma semana, cuando se han plantado los últimos árboles (laureles) y plantas aromáticas en uno de los parterres corridos, en los que se ha mantenido el arbolado existente y plantado césped, que se han habilitado tanto en el corredor de la avenida de Ramón Pradera, donde se han sustituido las antiguas losetas por adoquines y habilitado un paseo peatonal, como en el corazón mismo de la plaza y en el lateral que mira a la calle Bálago.



La intervención ha eliminado la plataforma que elevaba ligeramente la plaza por el lado de la avenida, donde se ha igualado la cota para evitar tropiezos, y ha mejorado la accesibilidad en torno a los pasos peatonales existentes, que ahora incorporan pavimento táctil, e incorporado uno nuevo que une la avenida de Ramón Pradera con la plaza del lado de la calle Trilla.
Los operarios, a su vez, han renovado y mejorado las marcas viales para unir el carril bici que discurre por los dos lados de la avenida. Este vial parte unos metros más atrás, del lado de los números pares, y carecía hasta ahora de unión al otro lado de la calzada. Dicho enlace se ha dibujado ahora, además de pintar cedas en los dos pasos de peatones existentes (hacia Trilla y Bálago) y ampliado para permitir a los ciclistas atravesar Ramón Pradera y continuar por el carril bici adosado a la acera del lado de la feria (números impares).
La remodelación de la plaza de la Siega ha multiplicado también por dos los bancos con la sustitución de los existentes al borde del corredor arbolado del lado de la avenida y la colocación de otros nuevos en el centro de la plaza, que ahora suma quince nuevos bancos en torno a los parterres ajardinados. En el corazón del espacio, eso sí, se conservan las losetas de hormigón, los cinco singulares elementos decorativos de uno de sus rincones (una suerte de comecocos de hormigón) y los soportes de hormigón del alumbrado del centro de la plaza.
La plaza de la Siega, en la que ya ha comenzado a brotar el césped, dice así adiós a su frío aspecto de hormigón un cuarto de siglo después de su construcción en el barrio de Huerta del Rey y mejora su accesibilidad con las calles colindantes y con el parque, con pistas deportivas, que la prolonga hacia la Feria de Muestras.
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