La peatonalización del primer tramo saca de la oscuridad la calle Recoletas de Valladolid
Los vecinos piden una intervención similar entre Juan de Juni y Gregorio Fernández ante la falta de espacio en las aceras
«La verdad es que era una calle feísima, oscura y sin apenas espacio para los peatones», coincidieron en señalar los integrantes del grupo de representantes de los vecinos que ayer acompañaron al concejal de Movilidad, Luis Vélez, en su visita al tramo recién peatonalizado de la calle Recoletas. Y no les faltaba razón. Allí, entre San Ildefonso y Juan de Juni, el espacio ahora adoquinado, apenas había sitio para los viandantes en el tramo más estrecho, de 3,80 metros, en el que tenían cabida dos exiguas aceras, una fila de estacionamiento para motos y media docena de coches y una estrechísima calzada para los vehículos que circulaban desde la entrada por San Ildefonso. Todo eso es historia y este primer tramo de Recoletas está ahora adoquinado, se han colocado bolardos en la antigua entrada de vehículos -solo se permite entrar y salir al garaje del número 9 de la calle San Ildefonso- y tres bancos para reforzar el mensaje de que por allí ya no pasan coches. En el medio de la calle, que cuenta con solo dos negocios -la veterana pizzería Tarantella y una academia de formación profesional-, se han colocado dos jardineras para que los conductores que accedan por Juan de Juni (exclusivamente a los dos garajes comunitarios) solo puedan entrar y salir por este punto.

Pero los portavoces vecinales no acudieron ayer solo con alabanzas al concejal sino que le reclamaron una «intervención urgente» en el segundo tramo de la calle Recoletas, entre Juan de Juni y Gregorio Fernández, en el que hay más negocios, por el que aún circulan los coches y en el que los viandantes «carecen del más mínimo espacio, como ocurría antes en el tramo ahora peatonalizados, especialmente del lado de los números impares, con una acera de apenas medio metro con siete rebajes de garajes», resume Antonio Presa, portavoz de la asociación Ribera de Curtidores.
Los residentes, eso sí, aplauden la peatonalización del primer tramo de Recoletas, pero urgen «una solución» para su prolongación. El concejal Luis Vélez recogió el guante y se comprometió «a buscar una solución para mejorar la movilidad de los peatones» en el segundo tramo, que fue urbanizado con su configuración actual hace menos de dos lustros.
Paulina Harriet y el Lourdes
Los vecinos, además, aprovecharon la visita para lanzar otra batería de propuestas para mejorar la seguridad vial en el entorno, como la peatonalización del último tramo de Gregorio Fernández, entre Paulina Harriet y el Paseo de Zorrilla, o el ensanchamiento de la acera, a costa de las plazas de aparcamientos, que discurre ante el colegio Lourdes.
«Estudiaremos sus propuestas, pero tenemos que ir poco a poco», reconoció el titular de Movilidad, quien recordó que la peatonalización de Recoletas, que comenzó en mayo, fue solicitada en los presupuestos participativos por los vecinos.
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