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Fíjese atentamente en esta frase, en este enjambre de palabras que acaba de leer. Seguro que ni se ha dado cuenta, pero no ha podido usted leerla en orden, de principio a fin, desde la primera a la última palabra. Lo que en realidad ha pasado es que su mirada se ha paseado por estas líneas a pequeños saltos, yendo hacia adelante y hacia atrás, con avances hacia palabras clave (los verbos son un imán) y retrocesos mínimos para comprobar que ahí está escrito lo que se ha creído leer. No leemos en orden. Nuestros ojos no recorren las letras una a una hasta el mensaje final. Y hay unas investigadoras de la Universidad de Valladolid que lo pueden demostrar.
El grupo de trabajo se llama UVALAL (el Language Acquistion Laboratory de la UVA), un proyecto de investigación en marcha desde el año 2002 que estudia cómo se comporta nuestro cerebro a la hora de leer y cómo opera eso en el caso de los hablantes bilingües, qué conexiones se establecen cuando se conocen varias lenguas. «Investigamos el lenguaje, cómo lo aprendemos y cómo lo usamos», explica Raquel Fernández Fuertes, directora de UVALAL. Y para eso, los ojos son un factor clave.
¿Cómo leemos?
La investigación examina los movimientos que realiza el ojo durante los ejercicios de lectura e interpretación de imágenes propuestos.
Estos ejercicios utilizan trampas, transgresiones sintácticas, para entender qué sucede y cómo se coordinan el cerebro y el ojo.
Las fijaciones
son las palabras
o partes de palabras
que sirven al cerebro
para componer
la idea que se transmite
en la frase
Movimiento sacádico
son los saltos
oculares que llevan
a la siguiente
fijación
Estoy comido hoy
El ojo regresa a algunas
palabras para completar
la información que necesita
el cerebro para entender
la frase
Ejemplo práctico
Este es un ejemplo de cómo lee un participante la transgresión sintáctica propuesta en un ejercicio.
Los números indican el orden
en el que el ojo recorre la frase
el recorrido no es lineal sino
que el ojo realiza
tres visionados.
En primer lugar, el participante,
recorre la palabra
Este animal es un dogito
2
1
3
5
4
6
1 segundo
A continuación, la grabación muestra
cómo vuelve a recorrer la frase
Este animal es un dogito
3
4
2
1
5
6
1 segundo, 11 centésimas
Y finalmente vuelve a leer alguna
de las palabras detenidamente
Este animal es un dogito
2
3
1
1 segundo, 04 centésimas
En total, el participante, ha empleado
3 segundos y 15 centésimas en leer
la frase
Fuente:
UVALAL
¿Cómo leemos?
La investigación examina los movimientos que realiza el ojo durante los ejercicios de lectura e interpretación de imágenes propuestos.
Estos ejercicios utilizan trampas, transgresiones sintácticas, para entender qué sucede y cómo se coordinan el cerebro y el ojo.
Las fijaciones
son las palabras
o partes de palabras
que sirven al cerebro
para componer
la idea que se transmite
en la frase
Movimiento sacádico
son los saltos
oculares que llevan
a la siguiente
fijación
Estoy comido hoy
El ojo regresa a algunas
palabras para completar
la información que necesita
el cerebro para entender
la frase
Ejemplo práctico
Este es un ejemplo de cómo lee un participante la transgresión sintáctica propuesta en un ejercicio.
Los números indican el orden
en el que el ojo recorre la frase
el recorrido no es lineal sino
que el ojo realiza tres visionados.
En primer lugar, el participante,
recorre la palabra
Este animal es un dogito
2
1
3
5
4
6
1 segundo
A continuación, la grabación muestra
cómo vuelve a recorrer la frase
Este animal es un dogito
3
4
2
1
5
6
1 segundo, 11 centésimas
Y finalmente vuelve a leer alguna
de las palabras detenidamente
Este animal es un dogito
2
3
1
1 segundo, 04 centésimas
En total, el participante, ha empleado
3 segundos y 15 centésimas en leer
la frase
Fuente:
UVALAL
¿Cómo leemos?
La investigación examina los movimientos que realiza el ojo durante los ejercicios de lectura e interpretación de imágenes propuestos.
Estos ejercicios utilizan trampas, transgresiones sintácticas, para entender qué sucede y cómo se coordinan el cerebro y el ojo.
Ejemplo práctico
Este es un ejemplo de cómo lee un participante la transgresión sintáctica propuesta en un ejercicio.
Los números indican el orden
en el que el ojo recorre la frase
el recorrido no es lineal sino
que el ojo realiza tres visionados.
Las fijaciones
son las palabras
o partes de palabras
que sirven al cerebro
para componer
la idea que se transmite
en la frase
En primer lugar, el participante,
recorre la palabra
Este animal es un dogito
Movimiento sacádico
son los saltos
oculares que llevan
a la siguiente
fijación
2
1
3
5
4
6
1 segundo
Estoy comido hoy
A continuación, la grabación muestra
cómo vuelve a recorrer la frase
El ojo regresa a algunas
palabras para completar
la información que necesita
el cerebro para entender
la frase
Este animal es un dogito
3
4
2
1
5
6
1 segundo, 11 centésimas
Y finalmente vuelve a leer alguna
de las palabras detenidamente
Este animal es un dogito
2
3
1
1 segundo, 04 centésimas
En total, el participante, ha empleado
3 segundos y 15 centésimas en leer
la frase
Fuente:
UVALAL
¿Cómo leemos?
Ejemplo práctico
La investigación examina los movimientos que realiza el ojo durante los ejercicios de lectura e interpretación de imágenes propuestos.
Estos ejercicios utilizan trampas, transgresiones sintácticas, para entender qué sucede y cómo se coordinan el cerebro y el ojo.
Este es un ejemplo de cómo lee un participante la transgresión sintáctica propuesta en un ejercicio.
Los números indican el orden en el que el ojo recorre la frase
el recorrido no es lineal sino que el ojo realiza tres visionados.
Las fijaciones
son las palabras
o partes de palabras
que sirven al cerebro
para componer
la idea que se transmite
en la frase
En primer lugar, el participante,
recorre la palabra
Este animal es un dogito
2
1
3
5
4
6
Movimiento sacádico
son los saltos
oculares que llevan
a la siguiente
fijación
1 segundo
A continuación, la grabación muestra
cómo vuelve a recorrer la frase
Estoy comido hoy
El ojo regresa a algunas
palabras para completar
la información que necesita
el cerebro para entender
la frase
Este animal es un dogito
3
4
2
1
5
6
1 segundo, 11 centésimas
Y finalmente vuelve a leer alguna
de las palabras detenidamente
Este animal es un dogito
2
3
1
1 segundo, 04 centésimas
En total, el participante, ha empleado
3 segundos y 15 centésimas en leer
la frase
Fuente:
UVALAL
«El lenguaje es algo interno al ser humano. No lo vemos porque lo procesa el cerebro». Y ahí es casi imposible entrar, muy difícil saber qué hace el cerebro con las palabras. Aunque, y aquí viene la buena noticia, contamos con un aliado. «El ojo es el espía del cerebro. Así que lo utilizamos para asomarnos ahí, para ver, aunque sea de manera indirecta, cómo el cerebro procesa y entiende los lenguajes».
Al leer (un texto o una imagen) todo el contenido entra por los ojos. Es el sentido que transmite información al cerebro. Así que, este utiliza los ojos «como si fueran un 'joystick'», uno de esos mandos de las videoconsolas y el ordenador. «El cerebro les dice: 'Id por aquí, volved un segundo atrás, mirad esto de nuevo, que me ha parecido ver algo raro'».
Y así, la mirada casi nunca es unidireccional a la hora de leer. De ahí esos saltos, esos avances y retrocesos, esas palabras que solemos pasar por alto (las conjunciones, preposiciones…) o esas otras que, por su complejidad, necesitamos dos o tres veces repasar. Por ejemplo: «El mesa está limpia». ¡Un momento! ¿He leído bien? ¿El mesa? Y entonces vuelves atrás para comprobar que ahí en efecto pone lo que creíste leer. Hoy «Me he comprado un luly». ¿Un luly? «Aquí el cerebro le dice al ojo, vete para atrás, que no sé lo que eso significa. O le dice, para aquí, que necesito más tiempo para procesarlo». Y todo esto lo hace a velocidad de vértigo. En microsegundos. De forma casi imperceptible. Pero que se puede analizar.
Para ello, las investigadoras de UvaLal cuentan con un aliado impagable. Se llama 'eye tracker'. Es una cámara que, conectada a un ordenador, sigue el movimiento del ojo para ver cómo lee lo que se le proyecta en una pantalla. Y gracias a eso, se puede analizar qué hace el cerebro con la oración, cómo selecciona información gramatical y cómo, en definitiva, comprende y procesa el lenguaje.
Cómo funciona el ‘eyetracker’
El equipo de investigación UVALAL, de la facultad de Filosofía y Letras, concibe el ojo como la manera indirecta que tenemos para acceder a cómo el cerebro decodifica y procesa las lenguas escritas y las imágenes.
Cuando leemos, el ojo se mueve muy rápido para recorrer las imágenes o palabras, pero no lo hace de forma lineal. A veces salta palabras, se detiene en ellas, o incluso retrocede a términos ya leídos, con el fin de dar la información necesaria al cerebro.
Cerebro
Nervio
óptico
Retina
Músculos
del ojo
Ojo
Cristalino
Pupila
Para capturar estos movimientos oculares este equipo de la UVA utiliza la herramienta de seguimiento ocular ‘eyetracker’.
El equipo
Es una herramienta que utiliza una cámara para seguir y grabar en milisegundos el movimiento de los ojos. Tiene tres componentes principales:
La persona que participa
en el estudio
Debe colocarse un topo que es una pegatina que sirve de punto de referencia al software de seguimiento del ojo.
Topo
El ‘eyetracker’
Es el dispositivo que registra los movimientos oculares con una cámara y unos sensores de rayos infrarrojos.
Cámara
Ejercicio
de lectura
Infrarrojos
Participante
Ordenador que
plantea los ejercicios
al participante
Comunicación con el otro ordenador
que es el que graba y procesa
la información que se estudia después
Registro y proceso
Este dispositivo contiene el software necesario para seguir los movimientos oculares y registrar toda la actividad.
Ventanas
de información
en tiempo real
Topo
La pantalla de registro
Topo
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Control
del
topo
Medidor
de distancia
Finalmente la información se vuelca en una gran base de datos que especifica tiempos de lectura, tiempos de respuesta, el recorrido que hace el ojo en cada frase de la pantalla y los milisegundos que se para en cada parte.
Fuente:
UVALAL
Cómo funciona el ‘eyetracker’
El equipo de investigación UVALAL, de la facultad de Filosofía y Letras, concibe el ojo como la manera indirecta que tenemos para acceder a cómo el cerebro decodifica y procesa las lenguas escritas y las imágenes.
Cuando leemos, el ojo se mueve muy rápido para recorrer las imágenes o palabras, pero no lo hace de forma lineal. A veces salta palabras, se detiene en ellas, o incluso retrocede a términos ya leídos, con el fin de dar la información necesaria al cerebro.
Cerebro
Nervio
óptico
Retina
Músculos
del ojo
Ojo
Cristalino
Pupila
Para capturar estos movimientos oculares este equipo de la UVA utiliza la herramienta de seguimiento ocular ‘eyetracker’.
El equipo
Es una herramienta que utiliza una cámara para seguir y grabar en milisegundos el movimiento de los ojos. Tiene tres componentes principales:
La persona que participa
en el estudio
Debe colocarse un topo que es una pegatina que sirve de punto de referencia al software de seguimiento del ojo.
Topo
El ‘eyetracker’
Es el dispositivo que registra los movimientos oculares con una cámara y unos sensores de rayos infrarrojos.
Cámara
Ejercicio
de lectura
Infrarrojos
Participante
Ordenador que
plantea los ejercicios
al participante
Comunicación con el otro ordenador
que es el que graba y procesa
la información que se estudia después
Registro y proceso
Este dispositivo contiene el software necesario para seguir los movimientos oculares y registrar toda la actividad.
Ventanas
de información
en tiempo real
Topo
La pantalla de registro
Topo
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Control
del
topo
Medidor
de distancia
Finalmente la información se vuelca en una gran base de datos que especifica tiempos de lectura, tiempos de respuesta, el recorrido que hace el ojo en cada frase de la pantalla y los milisegundos que se para en cada parte.
Fuente:
UVALAL
Cómo funciona el ‘eyetracker’
El equipo de investigación UVALAL, de la facultad de Filosofía y Letras, concibe el ojo como la manera indirecta que tenemos para acceder a cómo el cerebro decodifica y procesa las lenguas escritas y las imágenes.
Cuando leemos, el ojo se mueve muy rápido para recorrer las imágenes o palabras, pero no lo hace de forma lineal. A veces salta palabras, se detiene en ellas, o incluso retrocede a términos ya leídos, con el fin de dar la información necesaria al cerebro.
Cerebro
Nervio
óptico
Retina
Músculos
del ojo
Ojo
Cristalino
Pupila
Para capturar estos movimientos oculares este equipo de la UVA utiliza la herramienta de seguimiento ocular ‘eyetracker’.
El equipo
Es una herramienta que utiliza una cámara para seguir y grabar en milisegundos el movimiento de los ojos. Tiene tres componentes principales:
La persona que participa
en el estudio
El ‘eyetracker’
Es el dispositivo que registra los movimientos oculares con una cámara y unos sensores de rayos infrarrojos.
Debe colocarse un topo que es una pegatina que sirve de punto de referencia al software de seguimiento del ojo.
Cámara
Ejercicio
de lectura
Infrarrojos
Participante
Topo
Ordenador que
plantea los ejercicios
al participante
Comunicación con el otro ordenador
que es el que graba y procesa
la información que se estudia después
Registro y proceso
La pantalla de registro
Este dispositivo contiene el software necesario para seguir los movimientos oculares y registrar toda la actividad.
Topo
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Ventanas
de información
en tiempo real
Topo
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Control
del
topo
Medidor
de distancia
Finalmente la información se vuelca en una gran base de datos que especifica tiempos de lectura, tiempos de respuesta, el recorrido que hace el ojo en cada frase de la pantalla y los milisegundos que se para en cada parte.
Fuente:
UVALAL
Cómo funciona el ‘eyetracker’
El equipo
El equipo de investigación UVALAL, de la facultad de Filosofía y Letras, concibe el ojo como la manera indirecta que tenemos para acceder a cómo el cerebro decodifica y procesa las lenguas escritas y las imágenes.
Cuando leemos, el ojo se mueve muy rápido para recorrer las imágenes o palabras, pero no lo hace de forma lineal. A veces salta palabras, se detiene en ellas, o incluso retrocede a términos ya leídos, con el fin de dar la información necesaria al cerebro.
Es una herramienta que utiliza una cámara para seguir y grabar en milisegundos el movimiento de los ojos. Tiene tres componentes principales:
El ‘eyetracker’
La persona que participa
en el estudio
Es el dispositivo que registra los movimientos oculares con una cámara y unos sensores de rayos infrarrojos.
Debe colocarse un topo que es una pegatina que sirve de punto de referencia al software de seguimiento del ojo.
Cámara
Ejercicio
de lectura
Infrarrojos
Participante
Topo
Cerebro
Nervio
óptico
Ordenador que
plantea los ejercicios
al participante
Retina
Comunicación con el otro ordenador
que es el que graba y procesa
la información que se estudia después
Músculos
del ojo
Ojo
Cristalino
Registro y proceso
Pupila
Este dispositivo contiene el software necesario para seguir los movimientos oculares y registrar toda la actividad.
La pantalla de registro
Topo
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Ventanas
de información
en tiempo real
Topo
Ojo
izquierdo
Ojo
derecho
Control
del
topo
Medidor
de distancia
Finalmente la información se vuelca en una gran base de datos que especifica tiempos de lectura, tiempos de respuesta, el recorrido que hace el ojo en cada frase de la pantalla y los milisegundos que se para en cada parte.
Para capturar estos movimientos oculares este equipo de la UVA utiliza la herramienta de seguimiento ocular ‘eyetracker’.
Fuente:
UVALAL
En los ejemplos anteriores hay una mezcla de español e inglés. «Este animal es un dogito». «Ismael está jumping». ¿Por qué ? Pues porque UvaLal ha centrado su foco de estudio en cómo ejecutan todos estos procesos las personas bilingües. «Porque aunque haya dos o más lenguas, es un único cerebro el que procesa todas ellas. Y es interesante ver cómo esas lenguas (con sus bolsas de vocabulario, sus elementos diversos) se relacionan y cómo el cerebro hace gimnasia y maneja dos sistemas lingüísticos a la vez».
El equipo de la Universidad de Valladolid (con investigadoras como Tamara Gómez, Sonja Mujcinovic, Esther Álvarez de la Fuente) cuenta con profesionales no solo de España, sino también de Irán, Dinamarca, Bosnia, China. Por eso, aunque su punto de partida es el contacto entre español e inglés, también amplían su estudio a las relaciones con esos otros idiomas (chino, danés, bosnio). En el fondo, el reto es analizar cómo opera un cerebro que conoce dos lenguas (con independencia del nivel y dominio de cada una de ellas). «Lo raro en el mundo es ser monolingüe. Cada vez es menor el número de personas que solo sabe una lengua», indica Mujcinovic, quien recuerda que bilingüe es aquel que se puede «comunicar en dos idiomas». Y aquí entran diversos grados, desde el que está aprendiendo el idioma hasta el que lo domina. «Además, no existen las personas que hablan perfectamente dos idiomas y al mismo nivel. Todo bilingüe, por muy equilibrado que sea, siempre tendrá una lengua dominante y, según el contexto, preferirá una u otra».
Más de mil personas han participado ya en su investigación, para la que han visitado cuatro veces Gibraltar (para recabar datos con el 'eyetracker') y tienen previsto viajar también a Nuevo México. A partir de estos experimentos y datos, analizan los fenómenos que emergen en situaciones de lenguas en contacto, estudian los diversos aspectos lingüísticos relacionados con el bilingüismo y su adquisición (alternancia de códigos, traducción natural, adquisición de categorías léxicas y funcionales). Y, sobre todo, se asoman al cerebro (a través de nuestros ojos) para intentar comprender qué mecanismos se activan a la hora de leer. «El lenguaje se asemeja mucho a la imagen del iceberg. Lo que está en la superficie (lo que sale de nuestra boca, lo que pronunciamos) es una parte muy pequeña. Porque debajo del agua estaría nuestra competencia lingüística, lo que ocurre en le cerebro para procesarlo… y eso es lo que intentamos conocer gracias al 'eye tracker'», una herramienta con la que trabajan desde el año 2019.
Sus proyectos cuentan con el apoyo del Ministerio de Ciencia y de la Junta. Por supuesto, de la Universidad de Valladolid. «El problema de las Humanidades es que muy pocas veces se piensa en nosotros en términos científicos, cuando también se llevan a cabo investigaciones con esos métodos», aseguran desde UvaLal, donde recuerdan que su materia de estudio es lenguaje, «lo que somos, lo que nos define como seres humanos».
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