Valle de Esgueva, la avenida que une los dos principales campus de la Universidad de Valladolid

La avenida del Valle de Esgueva nace allí donde termina la de Madre de Dios. Ahora ya no tienen especial interés toponímico las calles de la ciudad que se conocían por la dirección que tomaban hacia los municipios circundantes: durante siglos, los caminos de Cigales, Fuensaldaña, Cabezón, Villanubla, Tudela o la Flecha, nos hacían ver la importancia que tenían los pueblos del entorno para los abastecimientos y otras menesidades de la villa. Y este es el caso de la avenida del Valle de Esgueva, que, en realidad nos está señalando el camino de Renedo, el primer municipio de este valle cargado con más historia e importancia de lo que ahora deja ver.

Las casas que se fueron levantando en las inmediaciones de lo que hasta los años 50 era el camino de Renedo, terminaron por crear el barrio Belén. Y a partir de los 80 los campus universitarios Esgueva y Miguel Delibes hicieron que la ciudad comenzara a mirar hacia este núcleo de población otrora en el extrarradio y separado del Valladolid histórico por tierras y vaquerías.

El comienzo de la avenida se sitúa entre dos interesantes construcciones. A su izquierda un curioso edificio propiedad de la Confederación Hidrográfica del Duero ahora sin uso específico: durante unos años fue una casa de oficios de automoción promovida por el sindicato UGT, y luego la Confederación pensó en ubicar en él un centro de interpretación de la cuenca del Duero. Pero la crisis económica se encargó de volatilizar el proyecto.

Y a su derecha, tres naves que el Plan General de Urbanismo tiene protegidas como parte del patrimonio industrial de Valladolid. Ahora pertenecen a la Universidad y en ellas se alojan los servicios de mantenimiento de la misma. Pero su utilidad inicial fue acoger una fábrica de sacos de yute desde 1928, hasta que después de varios años cerrada, en 1989 la adquiriera la Universidad. El arquitecto fue Manuel Cuadrillero (autor, por ejemplo, del antiguo edificio de Hacienda de la plaza Madrid).

Una vez que se cruza el puente sobre la Esgueva -más allá de la corrección filológica, para buena parte de la población este río se le conoce coloquialmente en femenino-, a nuestra derecha está el Campus Universitario Esgueva que engloba varias facultades, entre ellas Filosofía y Letras que hemos dejado atrás, la de Ingenierías Industriales, y la Facultad de Ciencias Económicas, que fue la primera que construyó en este Campus cuyas aulas se ocuparon en abril de 1985.

Tiene su historia la ubicación del Campus en este enclave del barrio Belén. Se puede resumir en que tras las primeras elecciones municipales de 1979, el Ayuntamiento modificó el Plan General hasta entonces vigente y que determinaba que las nuevas facultades universitarias, una vez que el edificio de la plaza de la Universidad se quedara pequeño, se levantaran en terrenos colindantes con Zaratán: más o menos por donde ahora está el Estadio Zorrilla. Pero el empeño de los nuevos ediles, alguno muy vinculado a los barrios Belén y Pilarica, como el antiguo párroco de Pilarica, Manuel González, vieron que la ubicación en el entorno de Belén de las nuevas facultades que necesitaba la Universidad sería bueno para impulsar el desarrollo urbano de estos barrios, que tenían poco atractivo para que los promotores construyeran viviendas y servicios. Parece que fue duro convencer a las autoridades universitarias de que esta ubicación era conveniente para la ciudad.

Es el caso que ahora todo el entorno se ha convertido en un lugar perfectamente integrado en el casco urbano de Valladolid y con buena calidad urbana, incluyendo amplias zonas verdes.

Detrás de la Facultad de Económicas, y antes del antiguo colegio Jacinto Benavente, se levanta una llamativa y voluminosa construcción: se trata de una especie de depósito de distribución de calor de la red de calefacción y agua caliente para las dependencias universitarias, cuyo origen está en una planta térmica de biomasa ubicada al final del campus Miguel Delibes.

Inmediatamente a continuación, está el citado Jacinto Benavente. Este centro educativo fue el que acogió a toda la población infantil entre los años 1970 y 1998. La asociación de padres y madres se movilizó todo lo que pudo para evitar el cierre del colegio, pero la decisión ya la tenía tomada el Ministerio de Educación desde el año anterior.

Transcurrido el tiempo, las instalaciones del colegio se han dedicado a Centro Municipal de Formación Profesional Ocupacional. Y en otra parte del mismo están realizando su tarea las entidades ATRA, ACLAFEBA, CETRAS Y AJUPAREVA, dedicadas al tratamiento y rehabilitación de adicciones o enfermedades tales como el alcoholismo, la bulimia y anorexia, el tabaquismo y el juego.

Frente al colegio en la acera izquierda están las instalaciones del Centro especializado de alto rendimiento «Río Esgueva», inaugurado en 1994 y dependiente de la Junta de Castilla y León.

La avenida se cruza con varias calles, todas vinculadas con la Navidad (recordemos que estamos en el barrio Belén) mas, una de ellas tiene el nombre de Feliciano Escudero. De este hombre, en el libro «Historia del barrio Belén» se escribe que fue uno de los pioneros de la Asociación Vecinal del barrio (legalizada en 1971): «Hombre bueno, tranquilo, sencillo, pacífico y dialogante, con un profundo espíritu de servicio a los demás».

En cualquier caso, el nombre de esta calle acaso sea de los poquísimo casos, si es que los hay, en los que una ciudad rinde homenaje a un dirigente vecinal.

Según nos aproximamos a la terminación de la calle, a la derecha, un gran mural de artística y cuidada traza embellece una vieja tapia. Fue ejecutado por la Asociación Vecinal del barrio, dirigido por el artista plástico Diego del Pozo Barriuso, nacido en Belén y vinculado a las universidades de Madrid y Salamanca.

La avenida se adentra en el Campus Miguel Delibes hasta que la última casa topa con el apeadero del ferrocarril Madrid-Irún que nació con vocación de dar servicio a la población universitaria y permitir un paso subterráneo peatonal de acceso a la carretera de Renedo. Antes era un paso a nivel que conectaba Valladolid con el Valle Esgueva. Su cierre al tráfico de vehículos, en 1989, no estuvo exento de protestas y polémica.

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