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El Teatro Calderón a principios del siglo XX. MINISTERIO DE CULTURA
El Cronista

Denuncia falsa contra el gran empresario del cine

Constantino Fernández Arango, arrendatario de los teatros Calderón, Lope de Vega, Zorrilla y Capitol, fue falsamente acusado para que fuera represaliado en 1937

Enrique Berzal

Valladolid

Martes, 24 de junio 2025, 07:06

La documentación la custodia el Archivo Histórico Provincial y bien podría calificarse como una de tantas, tantísimas, denuncias redactadas en plena Guerra Civil para acusar a un particular de desafección al bando sublevado. Consistía en acusar a otro por dar cobijo a marxistas, haber militado en partidos y sindicatos de izquierda, no estar de acuerdo con los golpistas o simpatizar con integrantes del Frente Popular. El objetivo no era otro que conseguir que el denunciado fuera represaliado por las nuevas autoridades golpistas. Esto es lo que se intuye al observar la secuencia documental iniciada en octubre de 1936 contra uno de los empresarios del cine más importantes del país, Constantino Fernández Arango, que en aquel momento era arrendatario de los teatros Zorrilla, Calderón, Capitol y Lope de Vega.

Natural de Lugo, donde nació en 1885, Constantino Fernández Arango había empezado a trabajar muy joven dentro del ramo de la electricidad. En 1912 ya era empresario del Teatro-Cine Ribadeo, y dos años después entraba de lleno en los negocios cinematográficos como empresario de los Teatros Principales de Zamora, León y Palencia. En 1919 adquirió el Teatro Jovellanos y el Salón Toreno, ambos en Oviedo, y, posteriormente, el Popular Cine y el Teatro Campoamor. A mediados de los años 30, Fernández Arango era uno de los empresarios cinematográficos más admirados de Valladolid, pues, a través de su sobrino, Manuel Fernández Arregui, gestionaba todos los espectáculos del Lope de Vega, Zorrilla (primera sala en estrenar el cine sonoro), Calderón y Capitol. A la altura de septiembre de 1934, por ejemplo, ya tenía contratos con «las más renombradas casas» cinematográficas: Ufa, Paramount, Fox y Artistas Asociados, gracias a lo cual podía avanzar estrenos inminentes en los teatros Calderón, Zorrilla y Capitol.

Sin embargo, todo se trastocó aquel 18 de julio de 1936, cuando una parte del Ejército, apoyada por militantes de Falange Española y de las JONS y de Renovación Española, se sublevó provocando la Guerra Civil. En Valladolid, los golpistas apenas tardaron 48 horas en tomar el poder, iniciando una cruenta labor represora contra las organizaciones del Frente Popular, sus militantes y simpatizantes. Una labor que no pocas veces se sustentó en denuncias particulares contra supuestos desafectos del Nuevo Estado franquista. Una de ellas, custodiada por el Archivo Histórico Provincial, afectaba de lleno a Fernández Arango. Fechada el 28 de octubre de 1936, la firmaba Mariano Herrero Orobón, propietario del cine Capitol, que en julio de 1931 se lo había arrendado para la proyección «de películas morales». Le acusaba de provocar destrozos materiales y organizar eventos contrarios al ideario de los golpistas.

Arriba, el desaparecido Cinema Capitol, que estaba en la calle Panaderos. Abajo, mitin de Gil Robles en el Calderón el 19 de diciembre de 1935, y el empresario Constantino Fernández Arango. EL NORTE
Imagen principal - Arriba, el desaparecido Cinema Capitol, que estaba en la calle Panaderos. Abajo, mitin de Gil Robles en el Calderón el 19 de diciembre de 1935, y el empresario Constantino Fernández Arango.
Imagen secundaria 1 - Arriba, el desaparecido Cinema Capitol, que estaba en la calle Panaderos. Abajo, mitin de Gil Robles en el Calderón el 19 de diciembre de 1935, y el empresario Constantino Fernández Arango.
Imagen secundaria 2 - Arriba, el desaparecido Cinema Capitol, que estaba en la calle Panaderos. Abajo, mitin de Gil Robles en el Calderón el 19 de diciembre de 1935, y el empresario Constantino Fernández Arango.

Según Herrero, Fernández Arango había empleado el Capitol para organizar mítines comunistas y de la CNT, llegando a recaudar dinero para el Socorro Rojo Internacional y proyectar una película rusa, sin nombre, que era «un simulacro de revolución». La denuncia motivó un proceso judicial, con testigos para ambas partes, que terminó desestimando las pretensiones del demandante, pues quedó demostrado que Fernández Arango también favoreció, y mucho, a las formaciones derechistas: no solo prestó el Calderón para el famoso acto de unificación de Falange y las JONS el 4 de marzo de 1934, sino también para el primer mitin de José María Gil Robles, líder de la CEDA, como ministro de la Guerra, el 19 de diciembre de 1935, para otro del también cedista Manuel Giménez Fernández, y para el segundo mitin de Falange, con José Antonio Primo de Rivera al frente, el 12 de enero de 1936. Y todos, totalmente gratis. Militantes derechistas como Luciano de la Calzada, Mariano Tobalina Espiga y Federico Gil Gago declararon a favor del empresario cinematográfico, que el 14 de marzo de 1938 fue declarado absuelto por el juez Gonzalo de Medina Bocos.

Es más, otras indagaciones reservadas, fechadas en diciembre de 1937, desvelaron que el empresario militó en Renovación Española y luego en Falange, y que había contribuido a la sublevación contra la República. De hecho, en junio de 1937 había cedido sus locales para que las autoridades civiles y militares realizaran actos en honor de la Alemania hitleriana y de la Italia fascista, y el 12 de octubre, «Día de la Raza», cedió toda la recaudación obtenida en los teatros Zorrilla y Calderón a las milicias de Falange. ¿Qué razón podía tener Herrero para denunciarle? La respuesta la encontramos en el mismo Archivo: en diciembre de 1935, Fernández Arango le había demandado por considerar excesiva la renta del Capitol, y el juez terminó dándole la razón, consiguiendo que la rebajase de las 35.000 pesetas anuales a las 19.728. Hasta su muerte, ocurrida en su casa de Fonsagrada (Lugo) el 1 de enero de 1952, el empresario siguió con sus negocios cinematográficos, que extendió a Burgos, y en 1942 ganó un nuevo juicio a Herrero Orobón, que pretendía declarar en ruina el local del Cinema Capitol.

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