Cuatro contenedores acortan la nueva parada de taxis situada al borde de Luis Braille en Valladolid

Las recién concluidas obras de remodelación de la plaza de Luis Braille, que fue abierta definitivamente al paseo de peatones y vehículos la semana pasada, obligaron a desplazar la tradicional parada de taxis situada al borde del edificio de Telefónica a la calle que prolonga la plaza, Gabriel y Galán, aunque en la acera contraria (con salida precisamente a Luis Braille). La mudanza se llevó a cabo hace diez días, poco antes de la conclusión de los trabajos, para habilitar la parada entre los números 1 y 3 de Gabriel y Galán una vez descartada la alternativa de su ubicación en la calle Pólvora. La situación sí gusta a los taxistas, pero no tanto la ejecución de la parada en sí, ya que se encuentra encajonada entre el semáforo anterior a la plaza de Luis Braille y una hilera de cuatro contenedores de basura y papel que acortan notablemente el espacio para los coches.

«La situación está bien, es similar a la anterior y con buena salida hacia Luis Braille, pero no alcanzamos a entender que hayan pintado la parada sin retirar antes los contenedores», lamentan los taxistas que utilizan habitualmente este punto en el que a día de hoy «apenas podemos meter tres coches cuando cabrían perfectamente cinco, los mismos que en la parada suprimida». Los usuarios llevan desde su puesta en servicio reclamando al Ayuntamiento que «quiten los contenedores y los muevan a otro lugar». Y no solo para ganar espacio sino también de cara al verano: «Vamos a estar aquí a cuarenta grados al sol soportando los malos olores de la basura».

Lo singular del caso es que los contenedores tapan, incluso, las marcas viales con la palabra 'TAXI' pintadas sobre la calzada ante el portal del número 3 de Gabriel y Galán. «Primero pintaron la nueva señalización y luego pusieron el contenedor de papel justo encima de las letras», añaden los taxistas afectados.

Los conductores profesionales también reclaman otro «ajuste sencillo» de la parada en la salida, en este caso justo antes del cruce regalado con un semáforo antes de la plaza de Luis Braille. «No tenemos espacio para salir, sobre todo, en las horas punta de salida de los colegios, cuando la calle se llena de coches con el semáforo en rojo y hemos tenido días en los que hemos tenido que estar esperando hasta dos fases con el cliente dentro y el taxímetro corriendo hasta que puedes salir», resumen antes de concretar que la situación se solucionaría «con unas marcas viales amarillas que obliguen a los coches a pararse un poco antes de la línea de detención del semáforo y nos dejen el espacio suficiente para poder salir sin problemas».

«Son medidas que no cuestan nada y que nos facilitarían el trabajo y agilizarían el servicio a los usuarios», concluyen los taxistas.