Arranca el juicio contra el monitor acusado de abusar de 11 niños en el campamento de Hornillos
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La Fiscalía pide penas que superan los 67 años de prisión para el acusado, que será juzgado durante esta semana en la Audiencia de Valladolid a puerta cerradaPoco antes de las diez de la mañana de este lunes, encapuchado y con mascarilla para protegerse de las cámaras, Juan Sanz Andrés, de ... 32 años, llegaba a la Audiencia de Valladolid acompañado de su abogado, Germán Sáez Crespo, para sentarse en el banquillo acusado de abusar de 11 menores de un grupo procedente de Madrid que tenía a su cargo en el campamento de Hornillos en el verano de 2018.
El monitor medinense, que se enfrenta a penas solicitadas por la Fiscalía de Valladolid que suman 67 años de prisión por 13 delitos de abusos sexuales (cinco por once de ellos y seis años por otros dos continuados) será juzgado por el tribunal de la Sección Segunda durante toda esta semana. El ministerio público pide además indemnizaciones por daños morales que suman 16.000 euros. Está previsto que durante esta semana acudan a declarar más de 40 testigos y peritos. Las sesiones van a celebrarse a puerta cerrada, ya que el presidente del tribunal ha admitido la petición en este sentido de algunas de las partes del procedimiento, a pesar de que los menores perjudicados no comparecerán en sala. Algunas de las declaraciones se realizarán también por videoconferencia.
Entre los testigos, está previsto que declaren monitores del campamento y responsables de la empresa propietaria del mismo. Además del ministerio público, tres abogados de la acusación particular representantes de los menores denunciantes solicitarán una sentencia condenatoria. En las calificaciones provisionales la defensa ha solicitado la libre absolución para su patrocinado, que mantiene su inocencia, y a fecha de hoy no se ha producido negociación alguna con el ministerio público para buscar una acuerdo de conformidad declarándose culpable para rebajar la elevada pena propuesta, han informado fuentes del caso.
El monitor, que fue detenido en el verano de 2018 a raíz de las sospechas planteadas por sus propios compañeros a la Guardia Civil, fue puesto en libertad a la espera de juicio después de pasar nueve meses en prisión. Aunque al principio una veintena de menores declararon que habían sido abusados, a lo largo del procedimiento varios de ellos se retractaron. El resto (la mayoría de 11 años cuando ocurrieron los hechos), siguió adelante con la acusación y sostienen que el monitor, que coordinaba el campamento, aprovechaba para tocarles los órganos genitales mientras dormían.
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