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Alberto García Santana, en sus instalaciones de la calle Cobalto. :: L. N.
Apuesta por un deporte de riesgo como negocio

Apuesta por un deporte de riesgo como negocio

Alberto García Santana: Skate Valley Indoor

Laura Negro

Valladolid

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Domingo, 16 de junio 2019

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Alberto García ha decidido llevar su gran pasión por elskateboarding a otro nivel poniendo en marcha su propio negocio. Este joven emprendedor acaba de abrir las puertas de su escuela Skate Valley Indoor, en la calle Cobalto, con la intención de fomentar y promocionar este deporte desde la base y de ofrecer una alternativa de ocio para los más jóvenes.

Su vida laboral arrancó tan a temprana edad y asegura «que le ha dado tiempo a hacer de todo». Sus primeras experiencias fueron en el sector de la hostelería, ayudando como autónomo en el negocio familiar, más tarde como empleado por cuenta ajena en la construcción y también como operario en varias fábricas de Valladolid. Su último empleo fue en una empresa aeronáutica, en la sección de expediciones. Toda su vida, tiene el mismo hilo conductor, el skate.

Desde muy joven le gustó disfrutar de los deportes de riesgo, como el snowboard, kick boxing, submarinismo y, por supuesto, el skateboard, que siempre practicó desde un punto de vista de ocio recreativo y saludable. Hace ocho años, comenzó a enseñar los secretos de este deporte a sus hijos y a los hijos de amigos de forma altruista. «Enseñaba los domingos por la mañana en Laguna de Duero junto a otros amigos, desde una asociación sin ánimo de lucro. Siempre he tratado de que los niños aprendan desde la confianza. Que lo hagan poco a poco, de forma segura y muy divertida. Me encanta ver su evolución y disfrutar con ellos mientras aprenden. En 2018 enseñé a más de 30 niños, pero las instalaciones no eran las adecuadas y vi que era el momento de establecerme por mi cuenta enseñando este deporte que cada vez está más de moda», cuenta Alberto.

Ya con la decisión tomada de montar su propia escuela de skate, lo primero que hizo fue visitar otros negocios de este tipo en otras ciudades de la geografía española. «Contacté con otros skateparks como Inpark, en Valdemoro (Madrid), Life, en Santander; y Ufo, en Bilbao. Todos me ayudaron muchísimo a la hora de enfocar mi idea de negocio. Es la primera vez que emprendo», cuenta Alberto, que acudió al área de Orientación Laboral del Servicio Público de Empleo de Castilla y León para informarse de los trámites de la puesta en marcha del negocio.

«En el ECYL me dieron muchísima información y me ayudaron a preparar la memoria para solicitar las subvenciones del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) y del Ayuntamiento de Valladolid. También me tramitaron el pago único de la prestación por desempleo. Su ayuda y su consejo han sido fundamentales en mi historia de emprendimiento», agradece. Alberto necesitaba una nave completamente diáfana para un mejor desarrollo de la actividad y que cumpliera con la normativa vigente. Hallarla resultó más complicado de lo que esperaba.

Finalmente, encontró una en la calle Cobalto, de 600 metros cuadrados, que reunía todos los requisitos. En total ha invertido cinco meses hasta tenerlo todo listo y más de 40.000 euros entre el acondicionamiento de la nave, la dotación de rampas y elementos de seguridad, material corporativo, web y diseño corporativo. «Son muchos los gastos que conlleva la puesta en marcha de una empresa de este tipo. Tengo la cuota reducida de la Seguridad Social, pero considero que ésta, debería equipararse a la que tienen en otros países de la UE, ya que cuando estás empezando, no sabes cómo te va a ir», reclama este skater.

Con la ayuda de los hermanos Miguel y Jorge Fernández Villacorta, Alberto ha fabricado y montado todos los módulos y las rampas de su escuela de skate. «La escuela consta dispone de rampas de iniciación, bolw, quarter pipe, spine y miniramp, rails, hubba y planos inclinados, para que los chavales puedan evolucionar desde nivel cero, siempre con el mínimo riesgo. Las instalaciones son totalmente accesibles. Han sido muchos meses de intenso trabajo, pero el resultado ha merecido mucho la pena», expone.

Skate Valley Indoor

  • Emprendedor. Alberto García Santana (40). Skater y monitor de ocio y tiempo libre.

  • Fecha de inicio de la actividad. febrero de 2019.

  • Contacto. Calle Cobalto, 8. Nave 1847012 Valladolid.

Este deportista y profesor de skate defiende que el suyo es un deporte divertido y muy dinámico. Él lleva décadas cultivándose en esta modalidad, tiene mucha técnica y una larga experiencia formando niños. «Quiero poner en valor este deporte, que en Tokio 2020 será considerado olímpico. Mi intención es sacarlo de la calle y llevarlo a instalaciones de interior, que son mucho más seguras, donde los niños y jóvenes pueden progresar de forma adecuada. Somos la única escuela especializada en skateboard de Valladolid», dice Alberto, quien está realizando actualmente un curso de dirección deportiva y está trabajando para preparar un campeonato a nivel regional. «Al abrir la escuela entablé relación con la Federación de Patinaje de Castilla y León, que ya ha puesto en marcha la modalidad del skateBoarding. Los ocho primeros niños federados de la comunidad, son alumnos de mi escuela, algo que me llena de orgullo», añade.

En Skate Valley Indoor, Alberto imparte clases extraescolares de lunes a viernes para grupos reducidos. Las mañanas de los sábados y domingos las dedica a dar clases particulares y los miércoles da talleres de iniciación para adultos. «Ofrecemos también la posibilidad de contratar sesiones de skate libre. Una de las opciones más demandadas son las clases concertadas, que muchas veces solicitan padres e hijos para hacer las actividades conjuntas. También organizamos exhibiciones y talleres para ayuntamientos y otras instituciones», informa. Las instalaciones cuentan con un comedor, para las celebraciones de cumpleaños infantiles con sesiones de skate tuteladas. Para este verano, está organizando, además, campamentos semanales urbanos, de cinco horas diarias de duración, en los que se incluye todo el material necesario, seguro de accidentes, actividades deportivas y educativas y con opción a comida.

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