Un desagüe estropea el agua de un manantial descubierto en Valladolid

Las aguas cristalinas de un histórico manantial que discurre bajo las más que centenarias piedras del colegio Lourdes, y que desemboca en la margen izquierda del río, fueron encauzadas hace un par de semanas por los infatigables voluntarios de Los Amigos del Pisuerga, que habilitaron una rudimentaria escalinata de madera para acceder a este punto, en el que pretenden llevar a cabo una «rehabilitación mucho mayor», similar a la realizada en otros manantiales de la ribera recuperados en los últimos años por ellos mismos, como el de Olmos (Cuatro de Marzo), el del Palacio de la Ribera (frente a la playa) o el de la Hípica (Juan de Austria).

Y en ello están, aunque a día de hoy su presidente, Luis Ángel Largo, reconoce que «la visita no es demasiado agradable» debido a la presencia a solo diez metros de distancia aguas arriba de un «desagüe de aguas sucias que no solo ensucia el cauce sino que genera desde hace años unos olores insoportables, sobre todo, en los días de más calor». Así que piden a las administraciones competentes la eliminación de este vertido directo al Pisuerga que presumiblemente procede de las red de alcantarillado pública de la ciudad.

Su presencia afea, como mínimo, la recuperación de un manantial que los Amigos del Pisuerga quieren bautizar como de la Virgen de Lourdes dada su proximidad física con el colegio se encuentra justo detrás y, además, el hecho «de que en su día hubo una fuente en el patio que presumiblemente podía coger el agua de este manantial», recuerda Luis Ángel Largo, exalumno del centro, quien ha solicitado al obispo auxiliar, Luis Argüello, «la posibilidad de consagrarlo como tal durante un encuentro de antiguos alumnos él también lo es del próximo sábado».