Vino y queso en el sorteo

Aunque en Adrada de Pirón apenas cuentan con medio centenar de vecinos censados, éstos no dudan a lo largo del año en reunirse en variadas ocasiones para celebrar sus festejos más tradicionales y mantener vivas aquellas fiestas populares que durante siglos han marcado el carácter de sus gentes. Y son varias las fechas del año que los vecinos de Adrada de Pirón tienen marcado en rojo en el calendario. La primera de ellas, tras las fechas navideñas, es el día 2 de febrero, cuando tiene lugar la festividad de Las Candelas, una fiesta que se une en celebraciones con las del día 3 del mismo mes, onomástica de San Blas.

Las Candelas y San Blas son desde hace años unas de las más importantes fiestas de la localidad, aunque la merma en el censo poblacional ha ido dejando la celebración en apenas los actos litúrgicos. Misa y procesión sirven de reclamo para que los vecinos se reúnan en torno a las imágenes o bien de la Virgen o bien del Santo. En ambos casos hace años se subastaban las andas para decidir qué vecinos tenían el honor de introducir la imagen en el templo, pero ahora, en el momento de la celebración, en ocasiones apenas se juntan una docena de habitantes, por lo que entre todos se van paseando las tallas por las calles del pueblo, en ocasiones animados por los sonidos de las gaitas y los tamboriles.

Perolas fiestas en febrero aún no han terminado, pues las mujeres no dudan en mantener también su particular tradición y honrar a su patrona celebrando la fiesta de Santa Águeda, el día 5 de este mes o el fin de semana más cercano al mismo, para conseguir que mayor número de féminas se una a la celebración, en la que las mujeres acuden a los actos ataviadas con los trajes típicos segovianos.

Otra de las fiestas que los vecinos se esfuerzan por mantener es la de San Gervasio, que aunque no es fiesta como tal sí tiene un fondo tradicional que año tras año reúne a los vecinos. Cada 19 de junio desde tiempo inmemorial, los habitantes de Adrada de Pirón se reunían para el sorteo de las eras, lugares municipales en los que los agricultores realizaban parte de su trabajo, como trillar y echar la mies. Ahora, con la llegada de la maquinaria agrícola moderna y las grandes cosechadoras, los vecinos ya no trillan, pero mantienen la tradición de sortear las eras a la vez que llevan vino y queso para que todos los asistentes puedan disfrutar de una rica merienda. También con carácter agrícola los vecinos celebran el 15 de mayo San Isidro. Acuden a la misa, la procesión hasta los campos para su bendición y nuevamente una reunión para degustar todos juntos una merienda.

A pesar del gran número de fechas que se celebran, las fiestas más importantes llegan en agosto, en concreto el último fin de semana cuando se celebra la Virgen de los Remedios, aprovechando que es cuando más gente hay. Las celebraciones comienzan unos días antes, con la semana cultural, con actividades deportivas y de ocio, que se intensifican el fin de semana. También tienen su espacio privilegiado los actos litúrgicos.