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MÓNICA RICO
Jueves, 27 de octubre 2011, 02:23
Este mes de octubre el municipio de Arahuetes ha despedido a muchos de sus eventuales vecinos, la mayoría de los cuales no regresarán hasta la próxima primavera o verano, cuando la población se multiplica hasta por diez.
Con los primeros fríos de octubre, que este año apenas acaban de llegar, algunas de las viviendas del municipio cierran sus puertas y ventanas. En total, entre la pedanía de Pajares de Pedraza y la localidad de Arahuetes no superan el medio centenar de vecinos censados, una cifra que este año se ha visto en aumento durante los fines de semana de este mes, pero especialmente del segundo, cuando en el municipio se celebraron sus fiestas en honor a la Virgen del Rosario.
Por unos días Arahuetes parece recobrar la actividad que llena de vida al núcleo en tan solo unas cuantas ocasiones al año, como por ejemplo en verano o de forma esporádica, cuando un equipo de grabación de televisión (técnicos, cámaras, actores y demás equipo) se desplaza hasta el lugar para emular el viaje de la familia Alcántara hasta el pueblo de Sagrillas para la serie 'Cuéntame'. Las escenas que muestra la televisión sobre la plaza del imaginario 'Sagrillas' son en realidad tomadas en las calles de Arahuetes.
Pero regresando a los primeros días de octubre, la Virgen del Rosario es la encargada de que el municipio recupere su actividad. Aunque los mayores recuerdan que las fiestas de antaño eran mucho más numerosas y con baile a todas horas, el Ayuntamiento ocupa parte de sus limitados recursos a la organización de estos festejos, en los que no faltan los juegos populares y tradicionales, tanto para mayores como para los niños, el baile nocturno que anima la velada del sábado o los actos religiosos como la misa y la procesión que llenan las calles del municipio durante el domingo.
Una vez que comienza el año, con los rigores del invierno, también son muchos, aunque no tantos como en verano o en octubre, los que acuden hasta el municipio para celebrar la fiesta patronal de San Blas. Cada 3 de febrero o el fin de semana más cercano a esa fecha, los vecinos se reúnen en el templo parroquial para participar de los actos litúrgicos. Misa y procesión con la imagen del santo en hombros, son los actos principales de esta modesta celebración.
El campo, motor económico
Ya entrados en la primavera, los vecinos de Arahuetes se vuelven a reunir, en este caso para honrar al patrón de los agricultores, en un municipio en el que el campo ha sido fundamental para el desarrollo económico de sus habitantes. En esta ocasión tampoco faltan la misa y la procesión por las calles del municipio, un rito que en esta ocasión se acerca hasta los campos que rodean la localidad con el fin de que el sacerdote los bendiga y que el santo patrón les guarde de plagas, enfermedades o tormentas, mientras los fieles piden buenas cosechas.
Los vecinos también comienzan el verano dando paso a celebraciones, aunque en esta ocasión los actos se trasladan hasta la pedanía de Pajares de Adaja, cuyos vecinos celebran su fiesta patronal en honor a San Juan, el día 24 de junio. Sin embargo, las celebraciones comienzan la noche antes, cuando, según manda la tradición, se prepara una gran hoguera en la plaza principal de la localidad. A su alrededor se sitúan los vecinos, que esperan hasta la medianoche para ver cómo las llamas iluminan gran parte del entorno. En Pajares también se celebra la fiesta de San Gregorio la semana después de Pascua.
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