Una solución para las cigüeñas y las palomas

Pese a ser especies con tirón popular, con resonancias literarias y artísticas, las cigüeñas y las palomas constituyen uno de los mayores peligros de la catedral, así como del resto de las iglesias de ciudades y pueblos. «Constituyen un problema serio y urgente. Lo que hacen los albañiles durante el día, por la noche lo estropean las cigüeñas y las palomas», asegura Amador Valderrábano.

Las cubiertas y los pináculos son las zonas más afectadas por estas especies. «Ya no solo es la suciedad que generan, sino la fuerza del peso que tienen con las alas, que puede llegar a debilitar los pináculos. Algunos se han caído en los últimos años», señala el canónigo de Patrimonio de la catedral.

Hay catedrales e iglesias que ya han solucionado este problema. Medidas hay que evitan que las aves se asienten en las zonas altas de las iglesias. Vaderrábano asegura que tiene un proyecto para la catedral de Palencia, pero por falta de presupuesto no se puede llevar a cabo, de momento. La solución sería instalar un sistema de instalación electrostática y un cableado especial que genera pequeñas descargas que disuada a los animales a posarse en los pináculos y cubiertas del templo. Esta medida, además de preservar el conjunto catedralicio, permite minimizar los daños físicos paras las cigüeñas y las palomas.