«Sufro mucho cuando 'mis abuelillos' se me van muriendo»

Esta joven cacereña se ha criado en Segovia y trabaja a sus 23 años como enfermera en una residencia privada de personas mayores.

-¿Por qué se inclinó por la carrera de Enfermería?

-Por la situación laboral. Pensaba que con el módulo de Formación Profesional iba a conseguir trabajo, pero no fue así en realidad, así que me tocó buscar algún otro estudio relacionado y apareció la enfermería.

-¿En qué se parece el laboratorio y la enfermería?

-Lo único que tienen en común es que son de la rama sanitaria, pero son totalmente diferentes. En el laboratorio, la máquina lo hace todo, pero en la enfermería es muy importante el trato con las personas.

-¿Y por qué se inclinó por trabajar como enfermera?

-La parte del laboratorio de analizar muestras me gusta, pero más estar en continuo trato con los pacientes.

-¿En qué áreas ha trabajado?

-Como enfermera he estado en quirófano, centros de salud, reanimación, psiquiatría, partos, urgencias... La verdad es que he estado en muchos sitios porque durante las prácticas estás continuamente rotando.

-¿Con cuál se queda?

-Con la geriatría. Me siento muy cómoda trabajando con personas mayores porque recibes mucho cariño. Para mí son todos como mis abuelos, siempre les digo que no tengo solo cuatro, sino noventa, que son los que viven en la residencia.

-¿Qué es lo más complicado?

-Sufro mucho cuando veo cómo alguno de mis 'abuelillos', a los que se les coge rápidamente cariño, se van muriendo.

-¿Y lo mejor?

-Los ancianos me llegan a ver como una nieta, incluso me regalan caramelos, bizcochos y alguna que otra pinza para el pelo.