El aumento de la inmigración logra incrementar el censo en la provincia de Soria

Todas las provincias de Castilla y León pierden habitantes, un total de 4.855 personas en el cómputo global. Soria es una excepción, registra 89.612 censados, 111 más que en el mismo periodo del año pasado según el censo provisional del 1 de julio de 2019 publicado por el INE.

La provincia bajó de 90.000 habitantes en 2017 y la tendencia ahora es ascendente gracias a la inmigración que supone el 13 por ciento de la población, 11.866 personas en términos absolutos procedentes en su mayoría de Marruecos, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Bulgaria y Rumanía.

El profesor de Análisis Geográfico Regional del Campus de la Universidad de Valladolid en Soria, Jesús María Bachiller, apunta que «el crecimiento vegetativo es de menos 600 habitantes y, por fortuna, el saldo migratorio exterior se ha recuperado tras la crisis. Hay que aplaudir la llegada de inmigración a Soria, y a Castilla y León, porque son quienes mantienen las cifras, sin embargo había que hacer un mayor esfuerzo de formación con ellos».

Más de 700 sorianos superan los 85 años, y pocos más de 600 niños tienen entre uno y dos años. La edad media predominante en Soria es la de 55 años.

No solo la inmigración ayuda al mantenimiento y crecimiento del tejido demográfico en Soria, también los llegados de otras provincias de España; 736 españoles han llegado a la provincia y se han ido 628 de Soria. Los nuevos censados han venido de Madrid, Zaragoza, Burgos y Barcelona. Son prácticamente los mismos lugares a donde Soria exporta población.

«Habrá que esperar para ver si la tendencia al alza se mantiene porque los estudios indican que los que llegan son jubilados y se van los jóvenes. El hecho de que no se esté produciendo relevo generacional en muchos sectores de actividad preocupa, pese a que es cierto que ha habido proyectos que han generado puestos de trabajo», puntualiza Bachiller.

Finalmente el profesor de Análisis Geográfico Regional reconoce que «ya es un paso que se esté creando conciencia social en torno a un problema de Estado, y aún más si finalmente se habilita un ministerio sobre despoblación, pero aun así hay que trabajar en la ordenación del territorio».