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Representacion del cerco de Escipion a Numancia.
Escipión vuelve a Numancia

Escipión vuelve a Numancia

Más de doscientos vecinos del pueblo de Garray recrean un año más ante miles de turistas el cerco romano a la ciudad

Isabel G. Villarroel

Domingo, 2 de agosto 2015, 10:47

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Casi 200 personas del pueblo de Garray representaron ayer El cerco de Escipión, el último episodio de las Guerras Numantinas, y que refleja el momento en el que llega el general romano Escipión a Numancia provisto de un buen número de efectivos para construir un cerco en la población y que los habitantes murieran de hambre.

Se trata de un espectáculo basado en la historia, que se representa desde hace 16 años, y que ayer logró congregar a unas 4.000 personas en Garray. La representación se lleva a cabo el primer sábado de agosto en el anfiteatro situado en la subida al yacimiento. La escenografía de las guerras numantinas fue una iniciativa del Ayuntamiento y el pueblo de Garray en colaboración con el Equipo Arqueológico de Numancia, aunque posteriormente se ha ocupado de las actuaciones la Asociación Cultural Tierraquemada, que ha mantenido en su nombre los rescoldos de la resistencia numantina.

Las recreaciones arrancaron a la una del mediodía con el desfile de las tropas numantinas y romanas. Entre las 13:45 y las 15:00 horas se desarrolló el espectáculo didáctico Celtíberos y romanos, dos culturas enfrentadas. El momento más esperado por los vecinos y los visitantes congregados fue la representación de El cerco de Escipión.

Para llevar a cabo estas reconstrucciones históricas con el rigor científico necesario, la asociación cuenta con el asesoramiento del Equipo Arqueológico de Numancia. Sus principales actividades se centran en la presentación de los modos de vida del mundo celtibérico y romano como elementos enfrentados, y a la vez complementarios.

Numancia ocupa el elevado cerro de la Muela de Garray que domina una amplia llanura limitada por el Sistema Ibérico, la sierra de Urbión, Cebollera y el Moncayo. La posición estratégica de Numancia está relacionada con su cercanía al río Duero, al valle del Ebro y al pueblo de Garray.

Los celtíberos, encabezados por Numancia, la ciudad más poderosa de los arévacos, mantuvieron una dura resistencia ante los romanos entre los años 153 y 133 a.C. Roma envió a Publio Cornelio Escipión para cercar Numancia con un sólido muro de nueve kilómetros protegido por fuertes, campamentos, fosos, estacadas de madera y fortines para controlar las aguas de los ríos. Después de once meses de duro asedio, la ciudad cayó por inanición en el verano del año 133 a. C. Numancia fue arrasada y su territorio fue repartido entre los ayudantes de Escipión. La actitud de los numantinos impresionó tanto a Roma que fueron los propios poetas romanos quienes convirtieron su resistencia en mito y símbolo de la lucha de un pueblo por su libertad. Hoy es numantina la resistencia con tenacidad hasta el límite.

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