Borrar
Miguel Alcañiz Comas pasa revista en un acto del regimiento Farnesio celebrado hace unos años en Valladolid. Nacho Gallego-EFE

Calma tras la tempestad

Miguel Alcañiz se 'jubila' y deja la UME en sus más altas cotas de apoyo tras dirigirla desde 2015. El militar no olvida su peor crisis: una nevada con miles de familias atrapadas en la A-6

Antonio Corbillón

Valladolid

Miércoles, 9 de octubre 2019, 07:27

«Héroes! Muchísimas gracias por vuestra labor y entrega en estos duros momentos». Un pasillo humano despide con aplausos en el patio del colegio público Miguel Hernández de Orihuela (Alicante) a los camiones de la Unidad Militar de Emergencia (UME). Es 20 de septiembre y una ciudad agradecida olvida por un momento los devastadores efectos de la 'gota fría'

Un mes antes estas mismas unidades de intervención militar en catástrofes habían luchado en Gran Canaria contra un incendio que arrasó más de 10.000 hectáreas. Cuando subían a un ferry de vuelta a la península, se escuchó una voz: «¡Aún quedan héroes sin capa ni antifaz. Enhorabuena!».

Sensaciones y aplausos que se agolparon el pasado lunes en la mente y la retina del jefe de esta unidad, el teniente general Miguel Alcañiz Comas. Ese día se le juntaron tres efemérides. La celebración de la patrona de la UME, la Virgen del Rosario; el 14 aniversario de su creación;y su pase a la reserva activa. Miguel Alcañiz Comas (Maella, Zaragoza, 64 años) se sentará por último día en su despacho de mando el próximo miércoles.

No pudo evitar las lágrimas cuando la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, le agradeció su labor al frente durante los últimos cuatro años y medio y le entregó la medalla al Mérito de Protección Civil. Con él, La UME ha alcanzado sus mayores cotas de popularidad.

El acto castrense puso fin a una carrera que ha llevado a este militar por los cinco continentes. Formado en la Academia Militar de su Zaragoza natal, Miguel Alcañiz siempre tuvo claro que era más un uniformado de acción que de despacho. Sus colegas le recuerdan como un hombre «en estrecho contacto con sus soldados».

Así llegó, siendo todavía un joven teniente, a Operaciones Especiales (Tarragona), Regimiento Garellano (Bilbao) y de regreso a Tarragona (Regimiento Badajoz), donde conoció a su mujer y donde nacerían sus dos hijas.

Un militar de altos vuelos

  • Nuevo concepto de seguridad nacional. Alcañiz Comas ha jugado su papel en la definición del nuevo concepto de Protección Civil. Habla de «las nuevas dimensiones que están alcanzando las catástrofes naturales», para apostar por el «nuevo concepto de seguridad nacional».

  • 3.500 efectivos repartidos en cinco sedes operativas heredará su sucesor. Miguel Alcañiz pondrá fin el miércoles 16 de octubre a una carrera que empezó en 1973 en la Academia Militar de Zaragoza.

  • 1796 es el año de creación del antecedente de la UME: la Brigada de Artillería Volante.

Cuando Alcañiz Comas ascendió a comandante, reorientó su carrera hacia las Fuerzas de Acción Rápida. Le permitió, a partir de 1994, convertirse en referente de los militares españoles en misiones internacionales. Pasó largas temporadas en Bosnia Herzegovina, antes de volver en 2000 como jefe de Operaciones de la Brigada Multinacional en Kosovo.

En 2007, ya como coronel, fue segundo jefe en la misión de la ONU en el Líbano, a donde regresó como cabeza de mando en 2011 y las estrellas de general sobre sus hombros. De aquella experiencia conserva las medallas de la OTAN y de Naciones Unidas. En su favor jugaron su dominio del francés e inglés y una completa formación académica que va más allá de lo militar. Títulos de paracaidismo, profesor de educación física, técnicas de seguridad, máster internacional en gestión de crisis...

También periodista

El generalato le llevó a la jefatura de Soria, Burgos y Cantabria hasta que el Consejo de Ministros le encargó en mayo de 2015 dar un empujón a la UME desde su base de Torrejón (Madrid). Desde el principio, aplicó no solo la experiencia en los cuarteles sino su doctorado en periodismo. Inculca a sus 3.500 subordinados que «sin comunicación no puede haber liderazgo». Una materia sobre la que ha publicado varios libros. En sus cuatro años y medio en la UME ha multiplicado la presencia en redes. Están a punto de alcanzar los 100.000 seguidores en Twitter.

Ha dirigido más de 200 intervenciones. Cuando le preguntan por la más comprometida, siempre se acuerda de las nevadas del 7 de enero de 2018, que dejaron a 4.500 familias atrapadas en sus coches en la A-6 entre Segovia y Madrid. Una gran parte, en los tres kilómetros del túnel de Guadarrama. Muchas, con niños pequeños, pasaron 18 horas esperando la ayuda. «Todos decían que no se podía llegar hasta ellas –ha comentado Alcañiz Comas–. Al final tomé la decisión de enviar dos batallones, uno por cada lado. Y conseguimos rescatarles. Nos la jugamos y tuvimos suerte», reconocía al hacer balance el pasado lunes. Una suerte trabajada para sacar los vehículos uno a uno.

Alcañiz muestra una gran preocupación por el cambio climático y sus efectos en el día a día. De hecho, considera que los fenómenos atmosféricos, que los expertos vinculan al cambio climático, son el gran reto del futuro. «Debemos seguir trabajando en la preparación y especialización del personal en los riesgos naturales. Ser pioneros y adelantarnos en la búsqueda de soluciones ante los riesgos derivados de la contaminación del medio natural», escribía en la revista 'Ejército' en 2017. Deja el formidable reto medioambiental para su relevo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Calma tras la tempestad

Calma tras la tempestad