Ver 34 fotos
La Procesión de los Pasos exhibe su esplendor
El desfile oficial, favorecido por el buen tiempo y la presencia de público, brilla en la noche segoviana de Viernes Santo
Fue una procesión soberbia, de las mejores que se recuerdan. El siempre esperado desfile oficial brilló en la noche de Segovia, favorecido por el tiempo primaveral y la presencia de público. Segovianos y visitantes llenaron las calles del itinerario y pudieron admirar con placer la imaginería que exhiben las cofradías de esta Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional.
Alrededor de cuatro mil cofrades toman parte en la Procesión de los Pasos, el acto principal de cuantos recoge el programa diseñado por la Junta de Cofradías, Hermandades y Feligresías de la Semana Santa de Segovia. Pero, posiblemente, las personas que siguieron el recorrido entre la Plaza Mayor y el Azoguejo fueron muchas más.
El cortejo procesional salió por la puerta de San Frutos de la Catedral a las ocho y media en punto. Tres heraldos a caballo abrían el desfile, inmediatamente precedidos por los cofrades de San Lorenzo, que acompañan el paso La Oración en el Huerto. La banda de cornetas y tambores Félix Martín, titular de la cofradía, marchaba delante de la imagen, obra del escultor José Rius (1907).
La Flagelación del Señor, de la cofradía de La Resurrección (parroquia de Nueva Segovia) desfiló, como siempre, en segundo lugar (la procesión sigue el orden temático de la Pasión de Cristo). Esta imagen de José Quixal (1907) representa el momento en que Jesucristo sufre el tormento de la flagelación, horas antes de su crucifixión. Los cofrades de Nueva Segovia acompañaban el paso.
Los pasos Jesús con la Cruz a cuestas y la María Santísima de las Angustias son santo y seña de la cofradía de la Asociación de Exalumnos Maristas (Ademar). Las música de las dulzainas también. La imagen de Cristo, que recuperó el color encarnado de la túnica hace ya unos años, es del mismo autor que la anterior, José Quixal (1907), y la de la Virgen pertenece a la escuela de Juan de Juni, del siglo XVI. Los niños cruzados y las niñas verónicas abrián el paso a las tallas. La cruz de la Orden de Santiago es el emblema de la cofradía.
Efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia custodian la talla del Santo Cristo de la Cruz del Mercado, el Cristo de las faldillas, una bella talla anónima del siglo XVII que los segovianos veneran en la ermita del Mercado. La suya es una cofradía numerosa y tremendamente activa que todos los años suele incorporar alguna novedad.
Al del Mercado le siguen otros dos Cristos, el Santo Cristo de San Marcos, otra talla anónima del XVII que se conserva en la iglesia parroquial de este arrabal segoviano, y el Santísimo Cristo en su Última Palabra, obra que el escultor Aniceto Marinas donó en 1947 a la cofradía titular de San Millán, el barrio donde nació. El primero va acompañado por los cofrades de San Marcos; el segundo por los integrantes de la Cofradía de la Soledad al Pie de la Cruz y el Santísimo Cristo en su Última Palabra, de San Millán. Esta cofradía, una de las más pobladas, aporta una segundo paso, la Soledad al Pie de la Cruz, igualmente obra de Marinas, pero de 1930. Las de San Millán son dos de las joyas escultóricas más valiosas que posee la Semana Santa de Segovia. Miembros del Cuerpo Nacional de Policía escoltaban los pasos de Marinas (la Comisaría está en San Millán).
La cofradía de La Piedad, que aglutina a los parroquianos de San José Obrero, aporta tres imágenes: El Calvario (Escuela de Olot), María Magdalena al Pie de la Cruz (Sebastián Sanabra, 1907) y Nuestra Señora de La Piedad (1907). Acompañados por los miembros de la banda de cornetas y tambores titular de la cofradía y cientos de cofrades, los tres pasos brillaron en la noche del Viernes Santo. Es otra de las cofradías más jóvenes y activas.
Los yacentes siempre despiertan la admiración del público. El Santo Cristo de los Gascones, escoltado por los miembros de la Santa y Venerable Esclavitud, la cofradía más veterana de cuantas hay en Segovia, y los feligreses de la parroquia del Salvador, es una talla románica articulada de incalculable valor, especialmente sentimental, aunque solo sea por el carácter legendario que encierra. Los miembros del Ilustre Colegio de Abogados de Segovia acompañan a su Cristo, históricamente vinculado a los curiales segovianos. El otro yacente es una valiosa talla escultórica del imaginero castellano Gregorio Fernández. Bellísimo Cristo agonizante, Camino del Sepulcro desfila con los feligreses de San Andrés.
El último lugar del cortejo lo ocupa la Soledad Dolorosa, de Santa Eulalia, imagen titular de la Hermandad de Nuestra Señora la Soledad Dolorosa-Cofradía del Recogimiento. Es una Virgen muy hermosa que marcha bajo palio, del estilo de las sevillanas, escoltada por alumnos de la Academia de Artillería de Segovia.
Miembros del Cabildo Catedralicio, con el obispo, monseñor César Franco a la cabeza y de la Junta de Cofradías, la alcaldesa de Segovia, Clara Martín, concejales de la corporación y otras autoridades civiles y militares cerraban el cortejo, seguido por la banda de la Unión Musical Segoviana. La Procesión de los Pasos cruzó la Plaza Mayor y las calles Cronista Lecea, Serafín, San Facundo y San Agustín, para llegar al Azoguejo a través de la calla San Juan, pasadas las once de la noche.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión