250 vecinos en lucha
La población de Fuentesaúco de Fuentidueña pide ayuda a las instituciones para la conservación del órgano barroco
MARÍA MARTÍNEZ
Segovia
Domingo, 29 de septiembre 2019, 13:25
«Si no somos capaces de conservar lo que tenemos o lo que nos han dejado nuestros antepasados... Si se desprecia una cosa que hay singular en el pueblo y nadie le hace ni caso, la gente que viene detrás no tiene ningún estímulo por quedarse», dice Antonio Santiago, presidente de la Asociación Amigos del Órgano. Los vecinos de Fuentesaúco de Fuentidueña cuentan con un órgano barroco bastante deteriorado del que no se puede hacer uso, y piden que sea restaurado para conservar la tradición: un gran coro y de fondo el sonido originado por la maquinaria.
Los expertos estiman que el año en el que se realizó este instrumento puede estar entre 1710 y 1720. Hasta 1975, el sacristán de la parroquia de Fuentesaúco podía tocarlo perfectamente, a pesar de las deficiencias con las que contaba por el paso del tiempo, como el desgaste de algunas teclas o que hubo que levantar uno de los tubos principales del frontal porque se había caído. Despuçes se restauró la iglesia, se pintó y comenzaron los problemas. «Con la pintura empezó un gran deterioro porque se pasó por encima de todas las flautas», comenta Antonio Santiago.
El Obispado de Segovia ha dado permiso para la restauración. Pero al no disponer de suficiente dinero, los vecinos han recurrido al Ayuntamiento, que sí que está dispuesto a poner una parte de la inversión. Aún con esta aportación, seguirían necesitando la colaboración de la Diputación de Segovia y de la Junta de Castilla y León, por lo que todavía no saben lo que va a ocurrir, no saben si será posible lograr el propósito.
Antes de recurrir a las instituciones, se pidió ayuda a los parroquianos. «Lógicamente el proyecto cuesta bastante dinero y un pueblo de 250 vecinos no puede financiarlo, es imposible», advierte Santiago.
Ahora, en la iglesia se canta 'a capella' «sin el brillo» de un órgano de estas características. «Si se quita el órgano, se quitan los altares... A la gente no se le da una base para que vean que se lucha por mantener la singularidad del pueblo», dice el presidente de Amigos del Órgano.
La despoblación es la que está llevando a que cada vez se invierta menos dinero en conservar el patrimonio de los pueblos, apostilla.
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