Una tierra orgullosa de su indumentaria

El Torreón de Lozoya celebra su medio siglo de actividad cultural en Segovia, con una exposición que promete no dejar a nadie indiferente. Se trata de 'Tipos y trajes del vestir segoviano. Estampas e ilustraciones de los siglos XVIII al XX'.

Comisariada por el etnógrafo Carlos Porro y organizada por la Fundación Torreón de Lozoya, que dirige Rafael Ruiz, la exposición traza un largo recorrido por la plasmación de la indumentaria segoviana en documentos gráficos desde el siglo XVIII y analiza su posterior evolución hacia su uso en ocasiones festivas y especiales, asumida como profunda seña de identidad de lo segoviano que ha tenido -y sigue teniendo- una formidable repercusión en todo tipo de reclamos publicitarios.

Más de 340 piezas integran una muestra que cualquier segoviano orgulloso de serlo debe visitar. Y son muchos los que sienten ese íntimo orgullo. El mismo con el que siempre se ha exhibido en Segovia la indumentaria propia del país, como dijo Porro en la apertura de la exposición, que ha tenido lugar este sábado.

Junto a grabados y estampas (sin duda la mayor documentación de este tipo mostrada en una exposición sobre la indumentaria segoviana), el Torreón expone prendas, postales, muñecos, calendarios, vitolas, libros, pinturas, esculturas, naipes, recortables, cajas de cerillas, elementos publicitarios, portadas, noticias e ilustraciones de periódicos y revistas de época, etcétera.

«Es Segovia, desde tiempo atrás, imagen del tipismo, de la esencia de las gentes castellanas para muchos de los estudios, artículos o noticias que se publicaban en nuestro país -o fuera de él- acerca de su historia, patrimonio o carácter y que tanto interesaba en la curiosidad hacia el vecino, de cómo vestía o cómo era», señaló el comisario. El Romanticismo del siglo XIX sintió la nostalgia del pasado histórico y la tradición como fuente de inspiración artística. «Junto a las grandes colecciones de trajes nacionales de finales del XVIII y principios del XIX, de Cano y Olmedilla, Rodríguez, Rivelles y la Calcografía Nacional, los libros de viajeros franceses, ingleses o alemanes dejaban constancia de un segoviano vistiendo las arcaicas galas de la tierra, huecas de sayas y zapatos de hebilla, la montera (tanto para el hombre como para la mujer, sin ser prendas exclusivas de las mayordomías), el coleto de cuero, las albarcas y en los oficios más característicos y reconocibles, el de arriero y pastor. Junto a ellos, los danzantes, gaiteros y posteriormente las mujeres vestidas con los llamados 'trajes de alcaldesas' han centrado la atención de todos los ilustradores y cronistas».

Tras la pérdida del habitual acomodo en el medio rural desde finales del XIX, retratado por Laurent y Ortiz-Echagüe, el Costumbrismo inundó las calles de artículos de prensa en los que aparecían los segovianos ataviados a la usanza del país, y hasta las nobles hijas de la capital se vestían de manteos y monteras para acudir a cualquier evento artístico o festivo. «Era la manera de conservar, mostrar, valorar y mantener las señas de identidad segovianas, toda vez que desaparecían del uso cotidiano», añadió Carlos Porro.

Bien entrado el siglo XX, la idea de mostrar las riquezas de la tierra a los turistas y extranjeros, agasajándolos con el vestir tradicional, empezó a acogerse con gana, y el traje se fue convirtiendo poco a poco en un reclamo publicitario de «lo segoviano», establecido como garantía de calidad, confianza e interés por la propia tierra. «Marcas de todo tipo, entre ellas la de anís La Castellana, o el propio Cándido, el mesonero, ayudarán a encumbrar en toda España el traje segoviano como elemento de identidad». El indumento aparecerá así en revistas literarias, científicas, de viajes o crónicas de sociedad. Afamados dibujantes (Bendala, Gumier, Comba, Gallois, Ybarra, Pedro Mairata, Tuser, Iraola, Mir, Briones o Castañer) ilustrarán cromos, calendarios o postales, y la industria juguetera inundará los mercados de muñecas regionales utilizando el traje como elemento publicitario y recurso de venta para atraer la atención sobre cualquier producto.

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