«A ver quién va a poder pagar si seguimos sin facturar; es una locura»

De momento, ha tenido que cerrar el Ayala Berganza «porque con el turismo que hay es inviable tenerlo abierto; lo que se mueve ahora en Segovia es algún comercial, gente de ventas o empresas de mantenimiento y no merece la pena porque con los gastos que tiene un establecimiento de estos no es viable tenerlo abierto», caso distinto al de Sotopalacio.

«Aún así, nos tienen agobiados, nos tienen ahogados, tengo cinco empleados, pero los compañeros que tienen muchos, los gastos que tienen mensuales son impresionantes. Todos los meses entre unas cosas y otra tenemos gastos, para muchos inviables. Estamos tocando fondo», añadió.

«No sé si la Semana Santa será el pistoletazo de salida;es la primera semana de abril y hasta el 9 de mayo en principio nadie se va a mover por el estado de alarma, a lo mejor los que puedan venir de Castilla y León que no son los clientes que tenemos en Segovia por estas fechas. Creo que la Semana Santa está muerta, y depende de cómo vengan las vacunas, ya veremos el verano. Después de esta Navidad, los gobiernos estarán con las orejas levantadas para que no les vuelva a pasar lo mismo», puntualizó.