Miguel Tovar: «Está naciendo un comprador que huye de la periferia»

La oferta de vivienda nueva es muy poquita y prácticamente se remite a dos o tres promociones en la capital de hace tiempo que no se han agotado. En el alfoz hace mucho tiempo que no se hace una obra nueva». El 'stock' de vivienda nueva sin vender (1.469 en 2018) tiene, a su juicio, más incidencia a nivel provincial.

«Todo lo que es Palazuelos, San Cristóbal, Tabanera o Trescasas ha vivido un agotamiento y las ventas que no han producido se han ido por la vía del alquiler», apunta Tovar. Pone el acento en Bernuy de Porreros como uno de los centros con más vivienda de la burbuja inmobiliaria sin vender. «Se han aunado dos cosas: una, que llegó la crisis; y otra, que ahora está naciendo un comprador que huye de la incomodidad de vivir fuera de Segovia. Aunque puedas encontrar viviendas baratas, la gente está analizando mucho ese ir y venir a 10 y 15 kilómetros de la capital entre dos y cuatro veces».

El cambio de paradigma es consecuencia de un cambio de prioridades. «Son cosas que en 2006 no se valoraban, estaban asumidas como un coste normal de la vida cotidiana; pero hoy la economía es fundamental en el funcionamiento de una familia». De ahí la consecuencia de que no se reduzca el parque de vivienda y que se haya pasado al alquiler: el nuevo cliente prefiere alquiler en Segovia que ser propietario en la periferia.

Tovar achaca la subida interanual del 24,8% en compraventas de vivienda usada a un ajuste de precios. «Hay una realidad económica, que el banco no te da nada por tu dinero y el interés que sacas por el rendimiento de tu capital es prácticamente cero. Ante eso, a la compra de una vivienda, si ajustas precios, le puedes sacar una rentabilidad de un 4% o un 5%». Esto se une a que los intereses siguen muy bajos, circunstancia favorable al sector. «Esto le viene muy bien al movimiento inmobiliario porque está colocando viviendas y saca la rentabilidad que el banco no está pagando».

En la misma línea, las hipotecas sobre vivienda en Segovia crecieron el año pasado hasta las 929, un 22,4%, por encima de la media regional y la nacional. «Los bancos han abierto más las manos, tienen que colocar dinero», explica Tovar. Es fundamentalmente el alquiler el que está moviendo estas inversiones. «Tienes gente que quiere alquilar viviendas y capacidad económica, así que desvías el capital a la inversión más productiva. Además el riesgo se mantiene, en Segovia es difícil que falle porque son localidades muy pequeñas y están muy sujetas».