Segovia

Lolita Flores revienta el Juan Bravo

Dentro de una tormenta de niebla, Poncia, la criada de Bernarda Alba, reza por la muerte de Adela. La casa se ha sumido en un profundo silencio. Poncia habla sola, pero también con Bernarda y sus hijas.

Lolita Flores desplegó anoche, sobre las tablas del teatro Juan Bravo, una soberbia interpretación del personaje de Poncia, la olvidada criada de 'La casa de Bernarda Alba', el célebre drama de Federico García Lorca. El público segoviano, que llenó el teatro (las entradas estaban agotadas desde hacía días), disfrutó con el monólogo de la actriz, que encarnó un personaje secundario, pero profundo, intenso.

Luis Luque, director de la obra, escribió el texto a partir de las intervenciones del personaje de Poncia en la obra lorquiana. En un profundo análisis del personaje, Luque ha rescatado las intervenciones de Poncia y las ha convertido en reflexión, soliloquios, diálogos con fantasmas y sombras. En la obra original, hay una sucesión de hechos que se desarrollan siguiendo un orden cronológico. En el montaje estrenado ayer en el Juan Bravo, no; en esta obra, Poncia habla después del 'shock' ocasionado por el suicidio de Adela. Es decir, todo ocurre después de la muerte de la hija de Bernarda Alba.

Así, la lengua de Poncia se desata en un lugar y un tiempo prohibidos para las palabras. Poncia ajusta cuentas con las moradoras que 'sobreviven' dentro de la casa, y el público descubre la simpatía de Poncia por la más joven de las hijas, a la que incluso reivindica: «Ha muerto una hembra valiente», dice, y se culpa a sí misma de no haber hecho más de lo que hizo.

Lolita Flores presta su voz a Poncia, la criada, para iluminar los rincones más obscuros de la obra de Federico. Lolita/Poncia habla de suicidio, de libertad, de culpa, de clase, de educación y de sexo. El alma de la Poncia se abre así para insistir en la necesidad de transferir a los demás la idea de amarnos en libertad.

Era inevitable que, viendo a Lolita sobre el escenario, el público evocara la figura de su madre, la mítica Lola Flores, icono de todo un país. 'Poncia', como bien reconoció la propia Lolita en la rueda de prensa previa al estreno del montaje, encierra también un homenaje a su madre, «la madre que me parió», dijo. Siendo Miguel Narros director del Teatro Español, de Madrid, encargó un nuevo montaje de 'La casa de Bernarda Alba' al director José Carlos Plaza. Este propuso a Lola Flores para interpretar el personaje de la Poncia. Por motivos de agenda, la Faraona no pudo hacerlo y siempre se lamentó de ello. Al conocer la anécdota, Luis Luque concibió la idea. «Vi el increíble material dramático que encerraba Poncia y seguidamente llamé a Lolita Flores para proponerle que hiciera este personaje y que imaginara conmigo lo que ocurrió en esa casa después de la muerte de Adela», desvela Luque.

No es la primera vez que actriz y director trabajan juntos en escena. Lo hicieron para la obra 'Fedra', de Paco Becerra. «Nos comunicamos muy bien. Lolita es una actriz muy disciplinada, muy rigurosa. Hablo de esos iconos que tenemos en España y que atesoran una gran humanidad y una gran generosidad. Ellos son las verdaderas estrellas», añadió el director de la obra.

Tampoco fue ajeno el público segoviano a la tragedia personal de la hija mayor de Lola Flores y Antonio González mientras hablaba sobre el escenario, metida en la piel de Poncia. «Hay muchas familias que sufren estas tragedias. Yo pasé una y sé cuál es el dolor, desgraciadamente. El dolor no se va por muchos años que pasen», dijo el día anterior al estreno en clara referencia a la muerte de su hermano, Antonio Flores.

El brillo de Lolita Flores sobre el escenario le ha granjeado el aprecio del público, además de varios reconocimientos, entre los que destacan el Goya a la actriz revelación de 2003, por 'Rencor', el de Mejor Actriz del Festival de Cine de Valencia de 2006, por 'La princesa del polígono', o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2017). Su madre nunca actuó en el Juan Bravo (sí lo hizo en el Cervantes, allá en los cuarenta). Ella ya ha actuado en Segovia varias veces. Y reconoce que le da suerte. Quiza por ello la haya elegido para el estreno nacional de una obra que promete no dejar a nadie indiferente. El público segoviano podrá ver de nuevo a Lolita esta tarde en el coliseo de la Plaza Mayor.

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